56- El príncipe

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Nicole...

Cameron...

¡Cameron!

Lo sacudía de un lado a otro y no despertaba.

Ninguna señal de conciencia... o peor, ninguna señal de vida.

No sabía qué hacer, y en lo único que pensé fue en tomar mi celular y llamar a emergencias.
Mis nervios y las lágrimas comenzaban a nublar mis sentidos, mis ojos cristalizados, mi corazón a mil por hora, y mis manos temblando como si el mundo se fuera a acabar.

¿Acaso no te das cuenta?, lo que es tu propio mundo comienza a acabarse.

Me maldigo a mi misma por haber pensado eso, no puedo pensar en esas cosas, no me voy a preocupar en vano, así que rodee el carro y volví a mi asiento a sacar mi teléfono de la mochila.
Teclee el "911" y después de un largo minuto por fin contesta una voz masculina al otro lado del teléfono en cuanto acabó el "bip" de una llamada en espera.

Aquí 911, ¿cuál es su emergencia?

Ho-hola, necesito que mande un ambulancia al kilómetro 34 de la carretera a New York.

Muy bien, ¿cuál es el problema que tiene?

Yy-yo, yo venía con mi novio, él iba manejando y de pronto él se desmayó. Ya van varias veces que trato de reanimarlo pero no despierta.

Okay, ¿el paciente presenta alguna enfermedad crónica o alguna complicación en la salud que cause su desmayó?

Si, bueno, él, él tiene leucemia, pero esta ya no tiene cura. Y los doctores declararon que le queda poco tiempo de vida.

Ya veo. Mira, conserva la calma, no le de nada, ni le de a oler alcohol con la intención de despertarlo, ni lo mueva. Una unidad ha se dirige para allá.

Muchas gracias.

Colgué y por un momento me volvió el alma al cuerpo, pensé escuchar la voz de Cameron, pero era el vídeo en mi fondo de pantalla. Es un fondo poco convencional, es un vídeo mío y Cameron bailando y jugando en la nieve. Lo grabamos hace poco ambos lo pusimos de fondo. Sale su risa, y una que otra frase suya. Y por un momento, creí que era él, que estaba despierto.

La ambulancia no tardó en llegar ni tampoco en llevarse a Cameron, voy a un lado de él, sentada en uno de los pequeños lugares que tiene la ambulancia para hacerlo, y él simplemente va acostado, alcanzo a ver que le dan oxígeno y que los paramédicos en sí no están preocupados, simplemente están haciendo lo que indica el protocolo.

—Eres su novia, ¿verdad? —preguntó uno de los chicos que iban al lado de mí a lo que yo asentí.— Va a estar bien, no te preocupes. No sé mucho de medicina, pero creo que estará bien.

—Gracias, ojalá no te equivoques.

Le di una última sonrisa, y saqué nuevamente el teléfono, pero ahora es para hablarle a Karine. Busqué el número y oprimí el botón de llamar, se escuchó un sonido constante durante unos segundos y me mandó a buzón de voz.
Le mandé mensaje a Edith, y después a Rafael, solo una palomita, es decir, a ninguno le llegó. Tal vez en la carretera no hay señal, es la única razón por la que todos no contesten.

Al final terminamos llegando al hospital, con paredes y luces blancas, y con ese ambiente pesado lleno de estrés y tensión.
Estoy en la sala de espera, deseando alguna noticia a de Cameron, llevan ahí dentro una hora, y por fin la familia de Cameron pudo llegar.

Eres TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora