El amor llama a tu puerta

-Capítulo 3-

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彡Todo esta fríamente calculadoミ

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Después de todo lo que me dijo ese tal Drake sentí que me petrificaba.

-Que le has dicho a la pobre chica, ya no tiene color- comentó Lucas.

-Solo le he advertido de quien manda aquí-dijo satisfecho Drake- Esto va a pasar así, esta chica se queda en su preciosa casa con su amiguita y no va decirle nada a nadie sobre quien somos, si nos ha visto o si nos conoce estamos?

¿Y que gano yo a cambio?- dije frustrada.

-A cambio te responderemos las preguntas que quieras y ordenaremos la casa contigo antes de que sea de día- saltó Lucas.

-No no no no Dereck tu hermano se ha vuelto loco esto no es parte del plan joder- se exaspero Drake.

-Vamos Drake solo se sale un poco creo que debemos hacerlo si queremos que no diga nada-aclaró Dereck.

-Está bien-bufó Drake molesto.

Me dieron la oportunidad de hacer preguntas y iban a limpiar conmigo al final no eran tan malos bueno o por lo menos Lucas no era tan malo, me di cuenta que tenia la mirada de Drake en mi, luego caí que iba solo en una camiseta ancha de unicornios, me puse roja al instante. 

Drake le susurro algo a los chicos, Lucas lo miró con desconfianza pero igual bajaron los tres chicos dejándome allí arriba atada, en una habitación insonorizada y con Drake, Dios mío sálvese quien pueda.

-Esta bien Emma puedes hacerme tres preguntas luego bajaremos, aparte no creas que esto se acaba aquí cada día que tus padres estén de guardia escucharas como llaman a tu puerta bajaras y ahí estaré, asique te quiero bien atenta porque vas a tener que ayudarnos y no creas que esto es de mi agrado a ser por mi te hubiera matado hace rato y luego hacerte desaparecer, pues sin cuerpo no hay crimen ¿no?- fue diciendo lentamente Drake, mientras sentía como miles de escalofríos llegaban a mi cuerpo.

Tenía tres preguntas que hacerle...- ¿Qué pin habéis venido a buscar?-dije segura.

-Que directa pequeña ladrona, pues es un pin que nos permite abrir una caja fuerte que diseño tu abuelo, lo que hay dentro de ella lo dejaré en tu imaginación- y me guiño el ojo.

Vale porque me había llamado ladrona, os puedo jurar que en mi vida he robado nada y hablando de la caja fuerte, yo sabía que mi abuelo había fabricado cajas fuertes pero que debe contener de tal importancia para que cuatro estúpidos chicos venga a robar el pin ¿a mi casa? ¿Y porque ese dichoso pin estaba en mi casa?

-¿Quienes sois?-fue mi segunda pregunta simple pero efectiva.

- Creo que ya sabes nuestros nombres, los cuatro nacimos aquí pero en cuanto tuvimos la ocasión nos fuimos, hemos vuelto a por lo que nos pertenece querida Emma- se agachó en frente mía y paso su dedo por mis labios.

-¿Siempre eres tan molesto?- me aparte de él como pude.

-Suelo luchar por lo que quiero... Después de esta ronda de preguntas vamos debes volver a la habitación antes de que ti amiguita te empiece a echar en falta- dijo soltándome las manos y los pies.

-Pero me queda una pregunta-proteste.

-Ay pequeña ladrona te esperaba más lista, ahora vamos- me cogió del brazo y me obligo a bajar hasta la puerta de mi habitación con el.-Nos veremos muy pronto- me susurró al oído lentamente y acto seguido lo vi desaparecer por las escaleras.