Capitulo 8

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Teníamos muy poca tinta para seguir escribiendo nuestra historia.

Pov Poché.

Sacudí mi cabeza sacudiendo el vino de mi ropa, bufé frustrada al ver que estaba estropeada por completo, alcé mi vista y me encontré con la rubia, sonreía victoriosa.

— No sé quién eres y no me importa.— Hablé a la rubia, que al parecer se llamaba Rebeca, la chica alzó una ceja.

— Pero espero corras por tu vida, porque estoy a punto de dejarte sin ningún cabello en la cabeza.— Agregué dando un paso al frente.

— Ay por favor, cómo si fueras a tocarme.— Retó la rubia sin cerebro enfrente de mi, apreté la mandíbula.

— No me retes.— Siseé entredientes, la rubia rió en mi cara.

—¿O qué?— Respondió amenazante, miré a Daniela que estaba expectante con Lucas, sonreí falsamente viendo a la chica.

— O esto.— Contesté dando una bofetada en la mejilla de Rebeca, la copa de vidrio cayó al suelo haciéndose añicos.

—¡Te vas arrepentir!— Gritó tomando su mejilla, caminando hacia mi para golpearme.

—¡Ya! ¡Tú te vas!— Gritó Calle tomando a la rubia de la cintura.

—¡Esto no se quedará así!— Espetó Rebeca, pataleando hasta la salida, suspiré.

— Creo que la noche no va tan bien.— Comentó Lucas acercándose a mi, tragué grueso viéndolo.

Se veía muy atractivo, sus ojos azules hacían contraste con la camisa blanca que portaba, los primeros botones estaban sueltos, su cabello peinado a un lado dejando caer unos mechones, su ligera barba y su pose varonil.

«Es tan guapo... ¡Deja de babear, Garzón!» Me reproché mentalmente.

— No, no va empezando nada bien.— Respondí acomodando mis lentes, Lucas rió.

— Al parecer los invitados restantes no existen, no pusieron atención a la “discusión”.— Mencionó haciendo comillas con sus dedos, suspiré.

— Es mejor así, supongo.— Respondí encogiendome de hombros, Lucas sonrió.

— No esperaba que la chica linda del centro comercial fuera novia de mi prima.— Comentó Lucas viéndome con sus ojos azules, sonreí a medias.

— Yo tampoco lo esperaba. Supongo que solo pasó.— Contesté bajando la vista unos segundos.

Me sentía cómo una mentirosa, claramente no era novia de Calle y el mentirle a todas estas personas no me gustaban, pero tenía que seguir el tonto trato que tenía con la engreída castaña.

Lucas asintió guardando sus manos en sus bolsillos.— Te acompaño a la habitación de Calle, así te cambias.— Ofreció Lucas, señalando las escaleras.

— Bueno si, esto está pegajoso.— Me quejé haciendo una mueca, Lucas estiró su brazo dándome el paso.

— No te preocupes, primo.— Calle aparecía otra vez, apreté los labios y ella tomó mi cintura.— Yo llevo a mi novia a cambiarse.— Añadió Calle sonriendo.

— Claro, las tortolas necesitan tiempo a solas.— Respondió Lucas divertido, viendo a la castaña a mi lado.

— Así es, primo. Si nos disculpas, tenemos que hablar.— Respondió Calle sonriendo, Lucas asintió.

— Nos vemos.— Mencioné sonriendo al chico lindo frente a mi, él sonrió igual.

Calle apretó mi cintura con sus dedos, rodé los ojos y caminamos hasta las escaleras de su hogar. En silencio las subimos, ella aún no soltaba mi cintura. Pasamos por un pasillo con diferentes cuadros colgando, Daniela abrió una puerta de madera y me dejó pasar.

La lista || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora