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Jeonghan


No pude dormir bien.

Estar pensando en la madrugada no es una buena forma de pasar el tiempo.

Mamá y el señor Choi estuvieron hablando encerrados y no me han querido decir nada, ¿Por que tienen que ser tan misteriosos? Sí van a reconciliarse merezco saberlo.

Además no sirve que a pesar de ser sábado tenga que venir a la escuela a un par de conferencias obligatorias.

-Han, buen día - saluda Min sentándose junto a mí y me da un pastelito con una vela incrustada.

-No es mi cumpleaños.

-No es un pastel de cumpleaños, es un pastel de "Perdón por inculparte y abandonarte por favor ya no me odies" - informa encendiendo la vela - listo, sopla y pide un deseo.

-No

-Ay por favor, ya no me trates feo - dice haciendo un puchero.

Ruedo los ojos y acceso, soplo la velita y se apaga.

-¡Eso! ¿Qué pediste?

-Que te mueras.

-¡Ay Jeonghan ! No seas así -se queja frustrado - por favor, de verdad lo siento.

-Ya, está bien, ni siquiera seguía enojado pero verte intentar es divertido - lo calmo riendo - aunque por tu estupidez tuve que inventar algo que ahora me tiene intranquilo y no sé cómo resolverlo.

-¿Fue muy grave?

-Lo peor que he hecho - aseguro dándole un mordisco al pastelito - Oh, sabe bien, ¿Qué tiene?

-Chocolate y nueces.

-¡Soy alérgico a las nueces! - grito corriendo al baño.

El día en la escuela pasó sin mayores inconvenientes, además del intento de homicidio de mi amigo.

Me alegra haber arreglado las cosas con él, ya lo extrañaba.

Entro a la casa y veo a mi mamá que está muy entretenida viendo algunas prendas en la sala.

Hay una montaña de ropa en el sillón y ella parece descartar una por una.

-Hola - saludé echando mi mochila al suelo - ¿Qué tanto haces?

-Hola Hannie - responde poniéndome atención -  es que tengo una cena en la noche y no sé cómo debería ir vestida, ¿Cuál me queda mejor? - pregunta mostrando dos blusas.

-¿Cena, saldrás con papá? - pregunto ignorando su cuestión.

-No, iré con Seungcheol - informa decidiéndose por la segunda.

-Creí que hoy tenía una cena en la noche.

-La tiene, conmigo, aún hay cosas que tenemos que discutir, deja me pruebo esto y ya vuelvo - dice subiendo a su recámara.

Parece que va en serio, van a reconciliarse.

Esta bien por mí, supongo que podré tener mi vida de vuelta, no tendré que soportar al señor Choi hablándome todo el tiempo, ni yendo por mí a la escuela o vivir con él.

¿Por qué suena deprimente si es lo que quería?

Voy a mi recámara porque no quiero oír a mamá, que bueno que no está mi papá.

Sería muy incómodo.

Siempre me he preguntado porque deja que le haga esto.

Y porque mi mamá es tan extraña, supongo que nunca lo sabré.

Señor Choi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora