Jeonghan
Luego de levantarme del suelo y lo sobrante de mi dignidad, el señor Choi insistió en llevarme a su casa para poder cambiarme y revisar que no estuviera herido.
Me siento extraño con él, siempre tan atento, cree que me gusta y aún así no guarda distancia.
Estaciona su auto como las veces anteriores y abre la puerta dejándome pasar primero.
—Puedes usar la misma ropa que el fin de semana— ofrece quitándose el saco mojado— toma una ducha si quieres para que no te enfermes.
—De hecho por eso le dije que mejor me llevara a mi casa, mañana tengo escuela y no tengo ropa aquí.
—Tienes razón, creo que no pensé bien— dice nervioso— bueno, por ahora ve a bañarte mientras pienso algo, la lluvia no ha cedido, apenas y llegamos aquí con dificultad.
Asentí accediendo y voy arriba, sé que le dije que quiero seguir viéndolo pero no creí que fuera tan pronto.
Seungcheol
Preparo algo de chocolate caliente para cuando baje Jeonghan, va a enfermarse si no se apresura.
Honestamente no sé ni porque pasé por ahí, quería verlo.
Hasta sé que traerlo aquí no fue muy inteligente, mañana tiene escuela y lo mejor hubiera sido que lo llevara a casa para que descanse pero me urgía verlo.Terminé de preparar la bebida cuando veo a Han entrar, usa la misma ropa con la que durmió ayer que, unos shorts y una camisa grande, creo que se ve mejor.
Está levemente mojado, aún tiene gotas de agua que bajan de su cabello.
Que bien se ve.
—Sientate, más tarde le hablaré a Soo-ah para avisarle que estás aquí— digo poniendo una taza frente a él— ¿No te sientes mal?
—No, solo fue un golpe— informa tomando un sorbo— pero le agradezco él aventón.
Negué con una sonrisa restándole importancia y me sirvo chocolate también para acompañarlo, me siento al lado de él y creo que está nervioso.
El poco tiempo que llegamos a vernos antes de todo esto no estaba así, o por lo menos no lo notaba.
Tomo un sorbo del chocolate.
—Ouch— me quejé cuando siento un leve pellizco en mi labio.
Esta taza tiene un borde filoso, está rota y no me había dado cuenta.
—¿Está bien?— pregunta Jeonghan— tiene sangre en el labio.
—Fue un corte nada más— respondo tocando el área afectada— ¿Podrías pasarme algo de papel?
Asintió y fue corriendo al baño, regresó con lo que le pedí y se agachó a mi altura, como estoy sentado tiene que hacerlo.
No le pedí que me limpiará pero me hace el favor, tiene paciencia recorriendo el pedazo de papel y veo como se tiñe de rojo.
Su rostro está muy pegado al mío y alcanzo a sentir su respiración, me parece extraño que ahora no tenga nervios, supongo que es porque está más enfocado en ayudarme que no se da cuenta de la cercanía.
Perdóname Han, perdón por aprovecharme de la situación.
Subo mis manos a su cintura y las presiono para evitar que se aleje, sus ojos por fin miran los míos y es hasta ahora que se cerciora del corto espacio entre nosotros.
Me levanto de la silla sin soltarlo, camino así hasta arrinconarlo a la pared.
No se resiste.
—Eres muy bonito— halago bajando a sus labios y me estampo contra ellos.
Al principio no responde, pero poco a poco se deja llevar y me corresponde al fin.
Se siente muy bien.
Abre un poco su boca dándome el permiso necesario para entrar, mi lengua accede recorriéndolo y saboréandolo.
Sus manos van a mis hombros, me abraza de ese modo.
Tardé mucho en decidirme a hacer esto, se siente increíble, Han es increíble.
Me separo un poco pero antes de hacerlo siento sus dientes morder ligeramente mi labio inferior y suelto un suspiro.
Dios, Jeonghan.—¿Quieres subir?
Tomo su mano y lo dirijo conmigo a mi habitación, abro la puerta y antes de que pudiera avanzar a mi cama lo arrojó a la pared para volver a besarlo.
Sus manos vuelven a mis hombros y pasa a mi espalda mientras las mías juegan con sus piernas que están solo cubiertas por la camisa que le presté.
Lo tomo de los muslos y lo llevo a la cama, haciendo que se recueste de tal modo que quede entre sus piernas mientras lo sigo besando.
Sus gemidos me hacen saber que le gusta, me hacen saber que quiere más.
Y me voy a encargar de darle más.
Usa sus manos para arrancar mi camisa y yo le quitó las suya, su piel es perfectamente blanca.
Un lugar perfecto para mis labios.
Empiezo a succionar la piel de su cuello sintiendo cómo se estremece, mi mano va debajo de su bóxer hasta llegar a sus nalgas y acaricio levemente.
Tan suave.
—Han, ¿Te sigo gustando?— pregunto susurrando en su cuello— Dime, ¿Te atraigo todavía?
—Sí, señor Choi, me gusta— responde en el mismo tono.
—¿Quieres que entre aquí, Han?— pregunto introduciendo un dedo en él.Está muy apretado.
Demasiado.
—Responde— insisto sacando mi dedo y volviendo a meterlo.
No dice nada pero asiente con los ojos muy cerrados.
—¿Has hecho esto antes?— cuestiono dejando un beso en su pecho y niega con la cabeza— ¿Estás seguro que quieres que sea el primero en hacerlo?
—Sí, señor Choi, hágalo— accede con el rostro muy rojo.
Asiento y quitó su bóxer por completo, tiro de sus piernas acercándolo al borde de la cama, me pongo de rodillas a la altura de su trasero.
—Si no hago esto va a dolerte demasiado— explico metiéndole mi lengua y escucho un grito ahogado.
Sus gemidos llegan a mi entrepierna haciéndome desear penetrarlo de una sola estocada pero no lo haré.
Sigo con movimientos circulares, su ano va lubricando se con mi saliva y expandiéndose poco a poco con mi lengua.
Cuando siento que está listo saco mi lengua y meto dos dedos.
—Ahh— suelta al sentirlo— se-señor Choi.
—Ya, relájate Han, relájate— pido metiendo y sacando mis dedos— lo haces bien, bonito, lo haces muy bien.
Sigo con los movimientos levantándome del suelo y vuelvo a sus labios, lleva sus manos a mi espalda y se afianza a mi piel mientras lo penetro con mis dedos.
—Quiero joderte Jeonghan, desde que te confesaste no puedo dejar de pensar en ti— hago saber sin detenerne— me vuelves loco, bonito.
No dice nada pero reacciona a mis palabras enterrando sus uñas en mi espalda.
Ya está listo, ya no aguanto más.
Me quitó el pantalón y la ropa interior liberando mi erección.
Tengo que entrar en él ya.
Me coloco al lado de él, hago que de media vuelta a modo de "cucharita", tomo su pierna y la elevó de tal modo que pueda verlo recibirme.
Entiende que de quedarse así mientras meto mi hombría y la veo desaparecer entre sus nalgas.
Dios, que bien se siente, es perfecto.
Vuelvo a tomar su pierna y comienzo a moverme, sus gemidos desordenados me excitan cada vez más, está tan apretado que pierdo la razón y mis movimientos se vuelven más rápidos.
Mi pelvis choca contra su trasero, me recibe totalmente, en serio intenté resistirme pero de que me sirve si lo único que he querido desde hace días es saber lo que se siente follarlo y hacerlo mío.
—Señor Choi— dice entre gemidos— señor Choi, señor Choi... Ahh— suelta cuando logro encontrar su punto— Ahh... Seug-Seungcheol.
La forma en que dice mi nombre.—Seungcheol.
Me fascina, me vuelve loco.
—Seungcheol.
Repite y me muevo más rápido, hago que se dé la vuelta de nuevo, se apoya en sus manos y sus rodillas esperando una estocada y no tardé en darle lo que quiere.
—Ahh, Seungcheol— continúa diciendo y es perfecto.
—Eso, ya no soy el señor Choi, para ti soy Seungcheol — hago saber sin detener mis movimientos— y para mí ya no eres hijo de Soo-ah, para mí no eres amigo de Hansol, para mí eres mío.
Solo mío.

ESTÁS LEYENDO
Señor Choi
FanfictionEl señor Choi se esta divorciando Esta historia es una adaptación con el permiso de la autora. Todos los créditos para la escritora RiosBJCS.