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Jeonghan

 
Definitivamente tengo un problema con eso de ser impulsivo.
 
—¿Otra vez aquí Jeonghan? ¿Dónde está Seokmin?— pregunta el guardia burlándose.
 
—Ésta vez no estuvimos juntos, él es Seungcheol por cierto— presento recargándome en los barrotes, esto es tan humillante.
 
—Tu mamá debe llegar en cualquier momento.
 
—No, ahora no tuvo nada que ver.
 
—Choi y Yoon, pueden salir—permite otro oficial abriendo la celda.
 
Resulta que es ilegal tener relaciones sexuales en medio de la carretera, ¿Quién lo diría?
 
—Señor Choi, ¿Está bien?— pregunta su secretaria preocupada— vine en cuanto me llamó.
 
Realmente ahora que definimos nuestra relación no me importa mucho que hablen con él, es decir, hice lo que hice porque estaba inseguro.
 
Pero que tampoco abusen.
 
—Sí SeulGi no te preocupes, gracias por venir y pagar la fianza— agradece con una sonrisa— por cierto, tomate el día, tampoco voy a ir a la oficina, te veo el lunes.

Pasamos toda la noche en una celda gracias a mí y mi gran idea de excitar a Seungcheol, pues, los genes, que puedo decir.
 
Llegamos a su casa y esperaba que me regañara o algo parecido pero en vez de eso solo ha reído desde que estábamos enjaulados, le hizo gracia y no sé porqué.
 
—Por dios Jeonghan, eso fue increible— dice sin dejar de reír.
 
—No sé qué tan bueno sea ser encerrado pero, por nada, supongo— respondo confundido.
 
—Quien diría que eres tan salvaje— menciona tomando mi mano y llevándome al sofá— eres muy engañoso.
 
—Ni yo sé porque lo hice, pero, supongo que tanto tiempo con mi mamá me ha afectado— digo recostándome y usando sus piernas como almohada— ¿Qué le diremos a mi mamá?
 
—No lo sé, también estuve pensando al respecto— asegura acariciando mi cabeza— todo pasó tan rápido que no tuvimos tiempo de meditarlo.
 
—Debemos dejar de hacer las cosas sin pensar, tarde o temprano nos causará problemas.
 
—Tienes razón— dice agachándose para darme un beso en la comisura de mis labios— ¿Quieres dormir? Las camas de esa celda eran incómodas, aunque parecía que ya te conocían, ¿Debería preguntar?
 
—Mamá.
 
—Ah, olvídalo ya entendí— dice haciendo mi cabeza a un lado y se levanta me toma en brazos y me carga.
 
—No tengo energía ni para discutir, tengo sueño— digo bostezando y dejo que me lleve a la recámara.

Tal vez podría acostumbrarme a esto, esta clase de tacto me agrada, bueno, me gusta mucho el sexo pero esto es lindo.
 
Creo que todo esto fue para bien, desde un principio, sí, mi mamá me mete en sus problemas pero de no haber sido por eso ahora no estuviera con el Señor Choi.
 
Oh bueno, Seungcheol.
 
Me recuesta en su cama y se pone sobre mí usando sus brazos para sostener su peso y para aprisionarme entre ellos.
 
—Estás lleno de sorpresas— dice y besa mi cuello.
 
—Creí que íbamos a dormir.
 
—Y lo haremos, solo quería besarte— informa yendo a mis labios.
 
Accedo y sigo el beso acariciando su cabello, poco a poco se recuesta totalmente sobre mí pero tiene cuidado de no aplastarme.
 
—Oye, yo lo había pedido primero— escucho que dicen desde la puerta y Seungcheol se separó de mí.
 
—Hansol, ¿Que haces aquí?— preguntó enojado— creí que no podías venir durante unos días.
 
—Esos días ya pasaron y quería ver a mi tío favorito pero si vas a estar sobre mi novio que no sabe que es mi novio voy a tener que cambiar de tío favorito— acusa entrecerrando los ojos.
 
—Esto no puede ser más incómodo— maldigo dándome la vuelta y oculto mi cara en la almohada.
 
—Oh, y tú no hables infiel, ya arreglaremos esto en la casa.

—¡Hannie!— gritan desde la planta baja.
 
Mamá.
 
Ya, es en serio Dios, ¿Esto es personal? Siempre te pregunto y siento que estos cosas son tu manera de decirme, sí, es personal, homosexual.
 
Me siento para esperarla, que complicada es la vida.
 
—Hannie— repite sonriendo y entra a la habitación— vaya, tienen una junta aquí, ¿Cuál es el tema?— pregunta bromeando.
 
—La infidelidad y la traición, yo empiezo— dijo Hansol alzando la mano.
 
—A ver, ven conmigo— pide Cheol jalando a su sobrino— es bueno verte Soo-ah, hablen de lo que tengan que hablar.
 
Salen del cuarto y me dejan a solas con mi mamá que me mira sonriendo.
 
—¿El sobrino de Seungcheol es tu novio?— pregunta sonriendo y mueve las cejas— es guapo.
 
—Ah, no jaja— más incómodo aún— este... ¿Qué haces aquí?
 
—Ah, es que quería que me des la llave de tu cuarto, no he podido entrar y tengo unas cosas escondidas que tengo que tirar.
 
—¿Qué cosas?
 
—¿Qué dijimos de hacer preguntas?— cuestiona entrecerrando los ojos.

—Que entre menos sepa mejor porque así no cuenta como complicidad— recuerdo que me dijo eso cuando cumplí diez años— ¿Papá lo sabe?
 
—No, obviamente, quiero deshacerme de todas las cosas que puedan afectarlo, si vamos a darnos un inicio nuevo voy a esforzarme por no decepcionarlos.
 
—¿Por qué no sabía que se darán otra oportunidad?— pregunto molesto.
 
—Porque te la pasas más tiempo metido aquí que en casa— responde en el mismo tono.
 
Ah, es verdad.
 
—Pero bueno, dame la llave para irme, ¿Por qué la cerraste en primer lugar?
 
—Porque estás en casa y siempre haces cosas raras— respondo yendo al cuarto de visitas, tomo la llave de mi mochila y se la devuelvo.
 
—Ah, pues si, tiene sentido.
 
Bajamos las escaleras y nos encontramos con ese par en el sillón, Seungcheol está revisando su teléfono y Hansol con los brazos cruzados.
 
—Por cierto, también vine para esto— avisa mamá sacando un llavero de su bolso y se acerca a Cheol— ten, gracias por todo.
 
—Puedes quedártelas— permite levantándose del sillón— estamos bien, ¿No?
 
—Claro que si, pero no quieres que me quede con las llaves de tu casa.

—Créele, no quieres— concuerdo con ella.
 
Seungcheol ríe negando con la cabeza y acepta las llaves.
 
—Pero tienes mi número de teléfono, sabes que te aprecio— halaga abrazándola— si necesitas algo sabes que pueden contar conmigo.
 
—Tú también, si necesitas algo...
 
—No hay problema, lo único que necesita es a tu hijo y ya está aquí— menciona Hansol.
 
Lo voy a matar.
 
—Ah jaja, lo sé, se llevan muy bien— dice mi mamá separándose de Cheol— me alegra eso, bueno, ya me voy.
 
—No, quédese que esto se va a poner bueno— maldito Hansol en serio, yo lo mato.
 
—No entiendo, pero será en otra ocasión, acabo de recordar que deje el horno encendido, intento ser una persona normal.
 
—Dejaste el horno encendido y saliste de casa, en serio ¿Eso es normal?— acuso serio.
 
—Bueno dije que lo intento, aún hay cosas que me fallan.
 
Mamá salió de la casa apresurada y volteo a ver a Hansol que sigue enojado.
 
—Y no me digan que fue un accidente que no soy estúpido— dice negando con la cabeza, se levanta del sillón y va a dónde yo— pero te perdono porque en el amor hay que perdonar— me abraza al terminar de hablar.

—Bueno, no es tu novio así que no hay nada que perdonar— nota Seungcheol y nos separa— Hansol, ¿No tienes algo que hacer?
 
—Sí, tengo una fiesta, vámonos amorcito— pide jalándome y Cheol lo detiene— bueno ya, tenía que intentarlo, ¿No tendrás un amigo que me presentes Han?

Señor Choi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora