N°1: Tomarse las manos

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Sunoo y Sunghoon iban directo a su escuela. Ya había pasado una semana desde que habían echo la lista.

Ninguno de los dos sabía con quién iban a seguir cada paso y es que, ninguno de los dos tenía una persona con quien hacerlo, ya que no les gustaba nadie.

Sunoo iba con su cabeza en alto mirando el cielo despejado de ese día. Sonreía contento. Los pájaros cantaban y eso lo ponía feliz.

Sin darse cuenta chocó con una piedra tropezandose, pero sin caer al suelo.

— Ten cuidado, Sunnie. —Sunghoon al lado suyo le miró con preocupación. Sunoo sonrió apenado, no era primera vez que le pasaba eso. Era algo muy común que ocurría cada día. Sunoo era bastante distraído y sus pies se solían enredar con mucha facilidad. Así que en cierta forma, estaba acostumbrado a tener moretones en sus rodillas o unos parche curitas adornando sus piernas, cuando se hacía heridas más graves.

Sunghoon al lado suyo, por auto reflejo, le tomó su mano para que evitar que Sunoo se tropezara y cayera una vez más.

Sunoo sonrió en cuanto sintió la mano más grande y cálida del más alto, no era primera vez. Pero admitía, que le agradaba bastante. Era cómodo y la diferencia de tamaños era muy adorable.

De esa manera, ambos caminaron el resto del trayecto a la escuela con las manos juntas, balanceandolas de vez en cuando, mientras se sonreían mutuamente.

Sin darse cuenta, de lo íntimo que se volvía eso entre ambos.

10 pasos. ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora