CUATRO

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Nueve semanas.

BeomGyu soltó un pequeño quejido estirandose en el sofá, sus pies envueltos por las medias empujaron el esponjoso cojin que estaba debajo de estos, estaba a nada de soltar las lágrimas y se sintió estúpido por querer hacerlo, las hormonas empezaban a atacarlo como a todas las personas cuando estaban embarazadas.

Era extraño el día en el que BeomGyu se levantara de mal humor, hoy era uno de esos días, hasta había faltado a su trabajo y es que el doctor no mentía cuando decía que los síntomas no tardarían en aparecer.

Sus pies dolían sin que siquiera se levantara de la cama, su espalda baja lo estaba torturando, eso contando que su panza no pesaba aún y lo peor de todo es la sensibilidad en sus pezones, hasta el roce de la tela de su sueter parecía ser doloroso.

TaeHyun por su parte tenía mucho trabajo acumulado, pues era escritor de una gran editorial, su próximo libro sería lanzado dentro de unos meses y el tiempo limite de entrega estaba muy cerca y por más que quisiera estar junto a Gyu para mimarlo como el omega se merecía, necesitaba trabajar y más ahora que sus libros estaban siendo un éxito en la comunidad juvenil y en la de los jóvenes adultos.

El alfa se encontraba con el ceño fruncido mientras miraba la pantalla en frente a él, tecleaba con rapidez y tambien borraba inconforme con el resultado, tomaba de la taza de café con frustración, obstinado por no saber como seguir y justo en ese momento escuchó la puerta de su pequeña oficina abrirse.

BeomGyu se encontraba apoyado en el marco de la puerta, aún llevaba su pijama de seda azul y pantuflas rosas, pero aunque lucia adorable, la expresión en su cara junto al puchero en sus labios le decía que algo no andaba bien.

Echó hacia atrás su silla con rueditas y se volteó hacia a él, entregandole toda su atención.

—¿Sucede algo, Gyu?—el omega asintió sentándose en el sofá que tenía en la habitación, junto al estante de los escritos originales de sus libros y algunos premios recibidos hace poco.

—Me duele, TaeHyun hyung—expresó con pesar y mantenido su puchero, luciendo adorable —mis pies y espalda me están matando y ni hablar de mis pezones.

TaeHyun cerró la pestaña donde estaba trabajando hace unos minutos, quitó sus lentes dejándolo en su escrito, levantandose para consolar a el menor, se sentó a su lado y besó su frente brevemente.

—Eso es normal Gyu-ah, tu cuerpo no está acostumbrado a la presencia del bebé y es su forma de reaccionar, y por su puesto tambien se está preparando para la llegada del cachorro, estoy seguro que estos dolores pasarán pronto —trató de confortarlo en lo que pudo tomando sus manos entre las suyas, dandole calor.

—Lo sé, pero no quita que me duela e incomode —respondió hundiendo su nariz en el cuello del alfa— no mal entiendas, amo estar embarazado pero, Dios, es doloroso.

—Y eso que estas lejos de las contracciones, dolores de parto y bueno, el parto en si.

BeomGyu levantó su mirada molesta viendo a su hyung, si este era su esposo ¿para que necesitaba enemigos?

—Siempre has sido malo para consolar a las personas.

—Lo sé, me lo dicen siempre —besó sus labios y pasó sus manos por su espalda para abrazarlo fuertemente y disfrutando del aroma dulzón que el omega desprendía y escuchó el quejido del menor.

—Que me duele, animal—regañó empujandolo y TaeHyun sólo negó con una sonrisa en su lindo rostro, No había algo más adorable que su omega embarazado.

—Que me duele, animal—regañó empujandolo y TaeHyun sólo negó con una sonrisa en su lindo rostro, No había algo más adorable que su omega embarazado

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