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El animo de Felix había bajado notablemente, había estado intentando distraerse y no pensar en Changbin durante el día, pero cada día no podía evitar entrar a su apartamento con ansias esperando algún tipo de manifestación por parte de su ahora ex novio. Cada día era más duro, sin embargo, Felix había prometido esforzarse con todas sus fuerzas y  debía cumplir con su palabra, lo haría por él mismo, lo haría por Changbin.

Había pasado un mes desde que Felix no sabía nada de Changbin, pero Changbin si sabía de Felix, sabía que estaba bien, sabía que lloraba menos que antes, sabía que tenía un nuevo vecino y que eran amigos... Su nuevo y guapo vecino.

Al principio, Changbin estaba feliz con que aquel rubio fuera tan amable con el menor, pero cada vez se veían más amables. No sabía como sentirse, una parte de él estaba seguro de que Felix aún lo amaba, pero su otra parte le repetía constantemente que en el estado en el que Felix estaba podría rápidamente confundir las cosas, y si bien eso lo ayudaba a mejorar, no quería aceptar nada ni adelantarse a nada. A lo mejor ya no debería visitarlo tanto, él también tenía que superarlo.

[☁]

Ese fin de semana, Felix había puesto un poco de música para distraerse mientras preparaba su cena, haciendo el esfuerzo por no sentirse mal o incluso enojado por no saber nada de Changbin cuando habían quedado en que lo vería de vez en cuando, de cierta forma se sentía traicionado y engañado.

Cortaba trozos de zanahorias con el ceño fruncido, ya no se sentía tan triste, la molestia estaba reemplazando ese sentimiento. Luego de un rato, escuchó algo caer en su habitación, salió corriendo con ansias, con la esperanza de que fuera Changbin, pero al entrar se encontró con la ventana abierta, de seguro había sido el viento.

Felix estaba paranoico, estaba molesto, sabía que estaba siendo caprichoso y egoista, de seguro estaba ahí, pero no le hablaba, si esa era su forma para ''separarse'' no le estaba gustando nada.

-¡Se que estas ahí Seo Changbin!-gritó con enojo, caminando por todo el apartamento, viendo hacía todos lados por si notaba algo extraño.-¡Estas siendo muy malo conmigo! ¡Se que puedes verme!

La verdad era que Changbin tenía varios días sin saber de Felix, el pobre rubio le estaba gritando a la nada, sacando su enojo por si acaso Changbin estaba ahí. Pero nada, todo seguía en silencio.

Felix cayó sobre sus rodillas, sintiendo un nudo en su garganta.

''No voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar.''

Toques en la puerta principal lo sacaron de sus pensamientos, limpió sus lagrimas con el dorso de su mano, arregló su cabello y caminó hacía la puerta.

Chan estaba ahí.

El rubio estaba regresando a su casa luego de un largo día con sus amigos, iba tarareando una canción cuando se detuvo a revisar sus bolsillos, buscando las llaves de su hogar. Grande fue su sorpresa cuando no las encontró. Con más calma las buscó en su mochila, pero no había nada, la desesperación estaba apareciendo, no podía ser posible que las dejó adentro.

Con duda observó la puerta de Felix, ¿Sería prudente ir y pedirle que lo dejara pasar la noche? Si llamaba al cerrajero de seguro no llegaría a esas horas. Si, se llevaba muy bien con su adorable vecino, pero nunca había entrado a su apartamento a pesar del tiempo que llevan hablándose. Debía intentar, era eso o pasar la noche en su puerta.

Tocó la puerta un par de veces, sintiéndose demasiado nervioso sin entender realmente la razón, tal vez porque nunca pensó que tendría que pedir un favor así.

Cuando el castaño abrió la puerta, Chan notó al instante que estaba triste, sus ojos lo demostraban, estaban apagados y un poco rojos.

ㅡ¿Estás bien?ㅡfue lo primero que dijo el más alto, sintiendo el impulso de limpiar las lágrimas que amenazaban en salir de los ojos contrarios.

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