Capitulo 1

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Jaden Elle Davis

_ haz batallado toda tu vida Jaden como para que lo sigas haciendo-(me habla Ámbar)-¡hazte el puto favor y ve a esa entrevista de trabajo!

Cierro los ojos dejando que se me salgan las lágrimas, si bien Ambar tiene razón, hace unos días me llego un correo de una empresa a la cual yo había mandado mi currículum, me dijeron que me quieren ver para entrevistarme.

_ no creo que sea el tiempo

_ ¿sabes que tiempo es? Tiempo de irnos a dar la vuelta, estuvo bueno de tanto llanto Jaden

Me toma de la mano y salimos juntas de su departamento.

Hace dos días mis padres me corrieron de la casa, no tuve otro remedio más que venir al departamento de mi mejor amiga, no quiero molestar en lo más mínimo a mi hermano el cual ya tiene una vida hecha.

Pidió un taxi en la esquina, nos subimos y le dio el nombre de un lugar para que nos lleve, al llegar aquí Ámbar saludo a unos chicos de una mesa y se sentó con ellos, me senté en la barra, me pedí una bebida y unos boneless, me acabaré los últimos veinte euros que tengo en mi bolsa.

Volteo para todos lados y no hay rastro ninguno de mi amiga, no tengo duda de que o se fue con algún chico o se está enrollando en el baño con alguien.

_ ¿algo más señorita?

Regreso mi vista al mesero, le niego con la cabeza y empiezo a comer lo que pedí, el hambre estuvo a punto de matarme, termine de tomar lo ultimo de la Margarita cuando empiezo a sentirme demasiado maridada para solo haber comido y tomado algo cotidiano.

Dejo los veinte euros en la barra sin esperar nada a cambio, me levanto y camino hacia afuera en busca de Ambar, los ojos me pesaban tanto que si los cerraba ya no podría volver a abrirlos y trataba de hacer mi mayor esfuerzo por mantenerlos abiertos.

Mi vista no encontró por ningún lado a Ambar, comencé a cruzar la calle para ir en busca de un taxi, veo unas luces demasiado cerca, escucho un pitido de un coche y siento a una persona posicionar sus manos por mi cintura y tirar de mi hacia algún lugar.

_ ¿¡estas bien!?-(me grito)-¡por dios! Te drogaron

Ni si quiera podía identificar quién era esa persona, pero no me encontraba en mis cinco sentidos como para renegar ante el.

(...)

La cabeza me punsa, abro los ojos a como puedo, empiezo a observar el techo de lo que supongo es mi habitación pero esta del color contrario al mío, y a gran diferencia qué hay un gran espejo en este que te hace verte fácilmente acostado en la cama con la colcha de color rojo.

Mierda, mierda, mierda.

Lo bueno es que tengo toda mi ropa puesta.

Al levantarme de la cama un mareo se apodera de mi, trato de contener mi respiración del ataque de ansiedad que me está dando, visualizo la puerta y camino a ella desesperada, la abro y me topo con unos ojos verdes dignos de admirar y explorar.

Aparte de eso, con un tipo castaño y demasiado atractivo para mis ojos, a este punto, si hizo lo que quiso conmigo la noche anterior, me volvería a dejar a su Merced si me lo pide.

_ ¿estas bien?-(me mira a los ojos)- no deberías estar de pie

_ y yo ni debería estar aquí-(articule)-¿quien eres?

El chico atractivo frente a mi sonríe dejándome sin aliento, volteo a ver sus manos las cuales están ocupadas por una bandeja en la cual tiene un plato de fruta y un vaso de naranja.

cancer (Charles Leclerc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora