II. M A Y B E I N A N O T H E R L I F E

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|Jordi Wild|

Una dulce mirada gris se posaba sobre mi junto con una sonrisa, me miraba de lejos y disimuladamente, mientras que yo solo me dedicaba a cuidar de mi prima pequeña, quien era tan solo una niña de 6 años, estábamos en una pequeña -en realidad no tan pequeña- reunión familiar, Jordi era el "amigo" de mi padre, o eso dice mi mamá,  porque siendo sincera, no parecen ni siquiera conocidos.

—Hiena, ¿puedes venir? —mi mamá -quien se encontraba hablando con mis tias- me miraba sonriente esperando a que me acercara.

Asintiendo fui junto con mi prima, quien andaba entretenida con una rosa que agarró de un florero — ¿Necesitas algo?.

— ¿Puedes decirle a tu papá venga?, su hermana pregunta por él —Asentí con una sonrisa.

—Claro —Mi prima me soltó la mano para ir con su mamá, di media vuelta y comencé a buscar a mi papá. Busqué por todos los alrededores del jardín pero no lo encontré, decidí ir adentro de la casa para ver si se encontraba aquí.

Luego de un poco de búsqueda logré encontrarlo mirando al piso sentado en su cama, pensativo, como si algo lo inquietaba —Papá, te llaman abajo —Levantó la mirada del suelo para dirigirse a mi, sonrió suavemente -aunque más que una sonrisa, parecía una mueca-— ¿todo bien?.

—Si, es solo que... no puedo creer que en dos meses mi niña va a cumplir los 22 años de edad —Me acerqué a él y lo abracé, estaba triste y necesitaba apoyo.

—Siempre seré tu pequeña, tu lo dijiste, nada va a cambiar papá —Sonreí junto con él, sin embargo,  algo lo seguía atormentado.

—Lo sé cariño, lo sé —Acarició mi brazo suavemente y dio unas palmaditas de cariño —Vamos con los demás, nos deben estar esperando.

Cuando iba saliendo junto con mi papá me tropecé con aquel hombre hacia un completo caos en mi mente, mi padre lo ignoró por completo -para ser mejores amigos parecen enemigos- pensé, él de mirada gris no despegaba su vista de mi.

—Hiena, te ves hermosa con ese vestido —Sonrió tomando mi mano —en realidad te ves hermosa todos los días —Me dio una vuelta y me abrazó por la espalda — pero este vestido te queda de maravilla —Dijo suavemente en mi oído.

Con mis mejillas completamente sonrojadas por sus alagos, me giré a verlo —Gracias, Jordi —Besé su mejilla y me alejé dispuesta a irme, pero me jaló de regreso dejándome a tan solo pocos centímetros de su rostro.

—De nada mi princesa —Ambos estábamos tentados a besar los labios del otro, junto con la adrenalina de ser pillados por alguien era inevitable acortar la poca distancia que había entre nosotros.

Y este tipo de situaciones no eran nuevas, con Jordi siento un montón de cosas que no había experimentado antes con nada ni nadie, sabia que estaba metiéndome en problemas por andar con el amigo de mi papá, pero su belleza, su manera de tratarme, su manera de ser y su cuerpo entrenado no me ayudaban.

Sus labios se movían con suavidad sobre los míos, sus manos estaban en mis caderas apagándome a él, caminamos hasta la habitación más cercana y entramos para que nadie nos viera. Sus manos grandes tocaban mi pequeño cuerpo, su lengua se adentró en mi boca y no tardó en bailar junto a la mía, de la nada sentí sus manos en mis piernas y me levantó pegándome por completo en la pared, mis piernas rodeaban sus caderas mientras que sus manos iban subiendo su recorrido por estas hasta llegar a mis glúteos.

—Jordi... Para —Separé mi rostro del suyo, este sólo soltó un gruñido mientras besaba mi cuello, y la verdad es que era virgen, Jordi había sido mi primer amor y mi primer beso, pero llegar hasta más era algo que todavía no me sentía lista para ello.

One Shots |Jordi Wild|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora