Idol: The coup

NADA ES VERDAD

A pesar de que Jenna consiguió que Cha Jae Hyuk les concediera tres meses para intentar lograr un nuevo número uno antes de disolverse, el tiempo juega en su contra.

Están desesperadas y eso puede que las obligue a cometer alguna locura. 

NADA ESVERDAD

Camino con miedo, dando pasos muy cortos. No me atrevo a levantar la cabeza, así que mantengo la vista fija en el suelo del puente. Por el rabillo del ojo miro hacia las chicas que, preocupadas, han querido acompañarme.

La imagen de ambas, que se pelean por unos prismáticos para no perderse nada, me resultaría graciosa si no tuviera los nervios a flor de piel.

Hyun Ji parece haberse dado cuenta y saca su teléfono del bolsillo de la chaqueta. Enseguida mi móvil empieza a sonar.

—Sí... —contesto con un hilo de voz.

—Las gafas de sol.

—¿Qué? —Me toco la cara y solo entonces me doy cuenta de que no las llevo puestas.

—Que te las pongas. Se supone que no quieres que te reconozcan...

Meto una mano temblorosa dentro del bolso hasta dar con el estuche donde las guardo y me las pongo.

—Ya —digo mientras miro alrededor, muy nerviosa.

—Jenna...

Hyun Ji me sigue hablando, pero soy incapaz de prestarle atención. Estoy demasiado ocupada mirando alrededor en busca de Mo Ga Jin, el famoso periodista musical. A lo largo de los años ha conseguido labrarse una reputación en el mundillo al airear varias exclusivas y algunos trapos sucios. Todos lo leen y valoran su opinión, así que es muy importante que venga, se trague nuestro montaje y, lo más importante, lo cuente.

Mis ojos se fijan en los coches aparcados a un lado del río. Uno de ellos tiene una de sus ventanillas bajadas, aunque, por más que entorno los ojos, soy incapaz de averiguar si él está en el interior.

—¡Jenna! —escucho gritar a Hyun Ji que, esta vez, consigue captar mi atención.

—¿Qué? —susurro.

—¿Estás segura de esto? No tienes que... —dice.

—Sí tengo que hacerlo. Necesitamos que hablen de nosotras —la corto.

—¿Y crees que esta es la manera? —me pregunta Chae Ah, que le debe de haber quitado el teléfono a Hyun Ji—. ¿Creando un falso rumor de relación?

—Ji Han se ofreció a hacerlo y... no me parece tan mala idea. Es algo jugoso que seguro que dará que hablar. Además, solo necesitamos hacer algo de ruido. Podemos desmentir el rumor o decir que se ha acabado en cuanto se haya levantado algo de revuelo.

—Pero... Joder, Jenna... —suspira Hyun Ji, de nuevo pegada al auricular—. Las fans de Mars te van a matar...

—Estamos desesperadas y nos quedamos sin tiempo. Tenemos que hacer algo.

Mi afirmación cae como una losa sobre nosotras. Nos quedamos en silencio, mientras ella sopesa mis palabras, algo que todas pensábamos, pero no nos atrevíamos a afirmar en voz alta.

Siento haber sido tan cruel y sincera, pero necesito justificar de algún modo este acto descabellado que estoy a punto de cometer.

—¡Ahí está! —grita a Chae Ah y al instante todas miramos en la dirección de sus ojos.