Capítulo 2

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Emma

Al día siguiente desperté y subí las maletas a mi automóvil, tome algo del desayunó que me preparo madre y me despedí de ellos antes de irme a visitar a las secretarias de Julieta.

Me encantaba ir Verona, el camino era hermoso lleno de viñedos y hermosos paisajes, el amanecer siempre se veía hermoso. Estaba ansiosa por ver a Rose, es una señora de la tercera edad, es tan agradable y cariñosa, podría decir que es como mi abuela.

Su aspecto te hace sentir confianza, con esa tan agradable sonrisa y esa mirada cálida y ni hablar de su trato, es una persona tan cálida, cuando estuve la primera vez en Verona, fue tan amable, ese viaje lo recuerdo a la perfección.

Acababa de llegar a Verona, quería conocer un lugar nuevo, acaba de terminar con Josh, el no podía tener una relación a distancia, decía que era demasiado difícil. Por lo que me sentía devastada, este viaje lo aviamos planeado los 2, era nuestro viaje de aniversario y para celebrar que acababa de ingresar a la escuela de arte. pero una semana antes la escuela de fotografía de nueva york lo contacto para decirle que lo habían aceptado. Yo estaba muy feliz, dado que era lo que siempre soñó, pero un día después me dijo que no podíamos seguir juntos, que seria una gran responsabilidad tener una relación a distancia y que no creí que tendría tiempo para eso, por lo que a la siguiente semana decidí irme de viaje yo sola, llegando a la casa de Julieta, escribiéndole una carta y dejándola en su muro, quedándome admirando a todas las personas que estaban en ese lugar. Cuando llego Rose con una canasta a recoger todas las cartas, fue entonces que me vio y empezó un cálido dialogo.

- Qué haces aquí?, se ve que no eres de por aquí- tal vez suene muy brusco pero lo dijo con tanta tranquilidad y con una amigable sonrisa en el rostro.

- Se suponía que este seria un viaje con mi novio, pero después de ser aceptado en la escuela de sus sueños en nueva york dijo que no podríamos seguir juntos, entonces vine sola.

- Oh mi niña, para el mal de amores haz llegado al lugar perfecto, cuenta la leyenda que si tocas el seno derecho de la estatua de Julieta el amor de tu vida llegara.

- Pero solo es una leyenda.

- Pero toda leyenda esta basado en un poco de realidad- me tomo de la mano para acercarme a dicha estatua- vamos inténtalo, no tienes nada que perder.

Y como Rose me lo dijo, toque el seno derecho de la estatua de Julieta.

- Bueno ahora solo queda esperar, cual es tu nombre niña?

- Emma mi nombre es Emma y creo que en esa canasta llevas mi carta.

- Bueno Emma, yo soy Rose y si quieres me podrías acompañar con las secretarias de Julieta y puede que encontremos hoy tu carta.

- Secretarias de Julieta?, sin duda me gustaría ver eso.

Y así fue como conocí a rose y a las secretarias de Julieta, aun no creo en eso de la leyenda de Julieta, hace 2 años que paso, soy feliz y sin pareja, pero ir a Verona para ver a Rose cada que podía era algo muy lindo, de vez en cuando les ayudaba con esas cartas y dibujaba algo para alguna de mis clases, era mas como viaje de placer e inspiración.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de cuando el auto empezó a apagarse, al parecer estaba teniendo un fallo en la batería, no había nadie para que me pudiera pasar un poco de carga, solo me quedaba esperar un milagro, baje del auto y espere a que alguien llegara a salvarme, tome mi celular y le marque a Rose para decirle que llegara un poco tarde dada la inconveniente.

Espere y espere, ya estaba atardeciendo, yo tenía hambre y no aparecía ningún automóvil más, o al menos eso era lo que creí cuando escuche el ruido de otras llantas, me levante y me puse en medio de la carretera a mover mis brazos para que me viera. Afortunadamente logre mi cometido, el automóvil se parco justo frente mi, y cuando me acerque a la ventanilla no podía creer quien era el que estaba del otro lado de esta.

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Víctor
Estaba listo por salir a Verona, decidí irme sumamente temprano para tener más tiempo en el pueblo y poder disfrutar, bueno al menos esos eran mis planes, hasta que escuché la voz de Hannah a lo lejos.
- Señor Collins, quiero renunciar- sus palabras me tomaron por sorpresa, no sabía qué pensar, Hannah era de las mejores empleadas que teníamos y era la de más antigüedad.

-Hannah, creo que es  una decisión apresurada, regreso el lunes, hablémoslo y este fin piensa bien, no te quiero perder Hannah- un pequeño brillo apareció en sus ojos.

- Bueno señor, si lo dice así creo que lo pensare.

- Muchas gracias Hannah, ya te dije que no me digas señor Collins ese es mi padre, eres la mejor empleada que hemos tenido, seria un horror perderte- al terminar eso ese brillo se esfumo de sus ojos.

- Si claro.

- Bueno, me tengo que ir, sino se me hará tarde y eso esperando que no pase ningún accidente en el camino, adiós Hannah, la veo en la oficina.

Después de despedirme de ella, subí a mi auto y tome camino para Verona, esperaba fuera un viaje muy tranquilo, sin ninguna intervención en el camino, al menos eso esperaba.

mi viaje estaba yendo muy bien, buena música, tranquilidad, la carretera estaba muy sola, parecía película texana de tan sola que estaba. La soledad y la tranquilidad me dio oportunidad de pensar en lo que pasaba, esa chica misteriosa del café, no le eh vuelto a ver pero anhelaba tanto el hacerlo, no se que paso ese día pero se que paso algo entre nosotros, sentí algo y se que ella también, pero también sabia que no podía hacer mucho, si me había enamorado de ella, pero ¿Qué podía hacer?, no me quedaría mucho tiempo aquí, en algún momento regresaría a nueva york, sabia que el enamorarme no funcionaria, no estaba en mis planes hacerlo, pero no podemos controlar de quien nos enamoramos, es algo que el ser humano desea pero algo que no podemos hacer, eso es lo difícil del amor, el dolor que trae con el, al no ser correspondidos, al perder un amor, al ver mor al amor de tu vida. 

estaba tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta de que 2 automóviles estaban parados en el camino, uno le estaba pasando energía al auto de una chica de cabellera castaña. sin tomarle tanta importancia continúe con mi camino a Verona.

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Una disculpa por tardar tanto en subir el segundo capítulo, pero me dio un bloqueo de escritor horrible, espero poder actualizar mas seguido y poder organizarme con la escuela y la historia, los quiero mucho.

No olviden votar, guardar la historia y recomendar, me harían un gran favor.

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Tan solo una taza de caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora