Alex:
Deslizo suavemente mis manos por su espalda, lento y con delicadeza. Ella posa sus manos en mi nuca, profundizando el beso, sus labios son suaves y se notan cálidos contra los míos. Sin decir palabra alguna la tomo entre mis brazos haciendo que suelte una leve risilla.
-¿Qué estamos haciendo? –murmura contra mi cuello. Aspiro el aroma de su cabello, lavanda.
-No lo sé –digo al fin –Pero no quiero detenerme, a menos de que tú me lo pidas. -Siento su sonrisa en mi piel y luego sus labios, que van dejando lentamente un rastro de besos hasta la comisura de mi boca.
-Permiso concedido.
Sam:
-Permiso concedido – ¡Madre Santa! Me sorprendo a mí misma diciendo eso último. No sé lo que estoy haciendo, bueno, si se. Solo que aún no sé por qué no paso antes, y no sé porque no lo detengo ahora. ¿Quiero detenerlo?
Cruza el oscuro pasillo, conmigo en brazos pero vacila un poco cuando se para ante las dos puertas que conducen a nuestras habitaciones, como decidiendo en cuál de las dos…Lo ayudo, empujando levemente con mi pie la puerta de mi cuarto y el me baja suavemente para entrar, sin dejar de besarme.
Sus manos recorren mis brazos, estremeciéndome en cada roce. Acaricio su pecho suavemente y una corriente de aire me hace vibrar cuando el baja el zipper de mi vestido.
Alex:
Cada toque se siente como explorar un territorio nuevo. Nunca me había dado cuenta de lo suave que es su piel o cuanto puede estremecer una caricia.
Sam:
El frio tacto de las sabanas contra mi piel expuesta se ve opacada por la cercanía de su cuerpo. Tantos años de conocerlo y nunca me había dado cuenta de ese pequeño lunar junto a su ombligo.
Alex:
Sam tiene pecas en lo largo de su pecho y me doy a la tarea de besar una a una.
Sam:
Ni todo el alcohol del mundo me llenaría de calidez y me sonrojaría como él lo hace justo ahora. Nos despojamos de cada una de nuestras capaz, haciéndonos uno con un movimiento y llevándonos al límite con cada caricia.
Alex:
Ella es diferente a todo y me han bastado años para darme cuenta.
Sam:
Él se ha convertido en mi lugar favorito de todo el mundo.
Alex:
He encontrado su belleza, tan llena de mejillas rosadas y respiración agitada. Nos entregamos sin prejuicios, destapando un amor que ha estado frente a nosotros tanto tiempo.
Sam:
Recorro su espalda con los dedos descubriendo nuevo territorio por explorar. Nuestros latidos se combinan y nuestros cuerpos se unen en una montaña rusa de sensaciones. ¿Cómo es posible tener sentimiento más grande sin darse cuenta? Nuestros corazones se amaron antes que nuestros cuerpos.
Alex:
Cuando es la persona correcta la que te toca, se siente como la primera vez. Estoy expuesto ante ella, pero no me siento vulnerable, sus caricias son casi familiares, como si nuestros cuerpos tocaran la misma melodía.
❤❤❤❤❤❤
Sam:
La suave luz se filtra por mis cortinas lilas haciendo que abra los ojos. Miro a mí alrededor con sigilo, la puerta está abierta, mí vestido esta sobre el escritorio que esta junto a la estantería y a mi izquierda el traje de Alex está disperso en el suelo…Alex. Su brazo me rodea, aun duerme así que me permito observarlo unos instantes. Sus ojos estar cerrados, tiene las mejillas un poco sonrosadas y los labios ligeramente abiertos dándole un aspecto sereno, mi vista cae hasta las sabanas, enredadas sin sentido alguno entre nuestros cuerpos y me estremezco al recordar la noche anterior. No fuimos víctimas del alcohol, fuimos ejecutores de un sentimiento que estaba muy oculto.
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Después de nuestros corazones.
RomanceAlexander y Samantha son amigos de toda la vida. Creciendo uno junto al otro se han visto como hermanos desde que eran pequeños, así que cuando llega la época de la universidad deciden vivir juntos para lidiar con la experiencia los dos unidos. Pero...