Día uno. Semana cuatro. Mes tercero. Olympia continúa en su despecho por aquel bandolero que le rompió el corazón. Arion... ese engreído, pensaba ella todo el tiempo. Luego de pasar horas insultándolo en llantos, terminaba en ahogados sollozos susurrando que aún lo amaba. Eran las dos de la madrugada y ella andaba leyendo un libro sobre la mitología griega. Era su pasatiempo favorito. Esto se debía a que sus padres la llamaron Olympia Greece Sabelli De Martino. Sí, como quien dice, Olimpia, Grecia; una antigua ciudad en el antes mencionado país. Los compañeros de la escuela la llamaban ''Olimpo'' o ''Monte Olimpo'', pero a ella le daba igual. Siempre pensaba:
Si supieran que me están llamando por uno de los lugares más ricos y hermosos que se...
Y por ahí sigue pensando en cuanta maravilla hay que contar sobre Grecia. En fin, la chica tenía más nombre que los reyes de España. Volviendo al presente, Olympia se dirige al baño para lavarse el rostro y mantenerse despierta para poder terminar el último capítulo de su novela. Luego de enjuagarse, observa su reflejo en el largo espejo de la ancha pared color gris. En este, logra ver a una chica de diesiseis años de cabello oscuro como el azabache y ojos color café. Era de tamaño normal y tenía tez bronceada. Sus labios eran del ajuste perfecto; al menos así decía Arion, su ex. Pensar en él le causó un retorcijón en la boca del estomago y su rostro se distorcionó en el espejo con un gesto de dolor. Así sin más, se dirigió de vuelta a su cama; ya sin ganas de continuar su lectura. Apagó la pequeña lámpara y colocando su cabeza en su suave almohada, cerró los ojos y soñó que volaba...
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Conectados. (On Hold)
Teen FictionOlympia, honestamente, no era una chica normal. Tuvo una relación, en la cual ella y su amado se amaron intensamente. Fue esta gran química quien los separó. Aún sin haber hablando en meses, comenzó a suceder algo extraño desde que se reencontraron...