Trust Me [Freddy y tu]

Recorrido por la pizzería

-Así que...- habló el conejo a mi lado -¿Esa chica es algo de ti?

-Es mi hermana- veo el pasillo oscuro -Es linda, ¿No?- los miro de reojo observando como el conejo morado se pone algo tenso.

-Es...

-Rubia- interrumpe Bon soltando una carcajada.

Me muerdo el labio inferior evitando soltar una risa, siempre he odiado mis carcajadas así que he decidido evitarlas lo mejor posible.

-Si, por si no lo notaste, Bon- lo miro con diversión -Somos rubias.

-Lindo color- adula Shia riendo.

Llegamos a una habitación en la que se aprecia una cortina morada con estrellas dibujadas con un color plateado que contrasta a la perfección.

-¿Qué hay aquí?- leo el letrero -¿Fuera de servicio?

-Ahí está...- Shia no alcanza a decir nada para cuando me veo obligada a retroceder bruscamente ante la cosa que sale disparada en mi dirección.

-¡Yelena!- el grito de Bonnie es opacado por un chirrido agudo y fuerte que lastima mis oídos obligándome a cubrirlos mientras el suelo me recibe.

Cierro los ojos intentando tranquilizar mis sentidos, recordándome lo que sucedió la última vez que me agité de esta manera.

Repito varias veces en mi cabeza que debo relajarme, inhalo hondo y al abrir los ojos encuentro al animatrónico de oso, Freddy deteniendo con su brazo a un zorro de color rojo, este último está mordiendo el antebrazo del castaño.

-Foxy- su voz profunda relaja mis adoloridos oídos, está de espaldas a mí pero en su tono percibo seriedad -Contrólate- el zorro baja las orejas.

Freddy gira un poco la cabeza y alcanzo a percibir que me está mirando de reojo pues ese color azulado en sus cuencas lo delatan.

-Yelena- Bon y Shia me ayudan a levantar, sujetando mis brazos -¿Estás bien?

-Si...- pestañeo un par de veces, obligándome a espabilar de una vez -Gracias por la ayuda.

-Ven, mejor hay que alejarte de aquí- Bonnie nos empuja con suavidad por los pasillos para ir a otra habitación con varias mesas decoradas.

-¿Qué fue eso?- instintivamente llevo una mano a mi pecho sintiendo mis latidos.

-Eso fue Foxy- suspira el conejo azul.

-Yo se lo explico- el de ojos escarlata se me acerca con seriedad en la mirada -No podemos seguir jugando contigo de esa manera, no somos solo robots.

-Mike dijo que...

-Mike no estuvo ahí- responde cortante haciéndome callar -Yelena, tienes que creer en mis palabras, no siempre fuimos así- estira las manos bajando la mirada -Metal, engranajes e inteligencia artificial- me mira de nuevo -Antes era una persona, igual que tu, igual que cualquiera.

-Entonces, ¿Qué pasó?- la presión en mi pecho ha comenzado a doler.

-Nos mataron- trago saliva al escucharlo -Ese bastardo nos separó de nuestras familias, nos arrebató la inocencia, la libertad, la vida- frunce el ceño convirtiendo sus manos en puños apretados -Nos colocó en los trajes para que no descubrieran las atrocidades que hizo y de alguna manera estamos aquí.

Mi cerebro no procesa la información, la sangre se hiela en mi interior y un escalofrío recorre mi columna vertebral.

-¿Cuánto tiempo llevan atrapados?- la pregunta sale como un suspiro.

-Muchos años- responde él.

-¿Que edad tenías?- 

-No lo recuerdo...- la tristeza desbordaba por su voz -Solo sé que sentí mucho dolor y de pronto...nada, desperté en este cuerpo- sus movimientos se relajan al soltar un suspiro lleno de pesadez.