Trust Me [Freddy y tu]

Mi primer día

Un año ha pasado desde que mi padre murió, mi familia se volvió más pequeña, tan solo mi madre, mi hermana y yo, Yelena.

La escuela había sido algo muy sencillo para mí, no soy una prodigio ni mucho menos, solo me gusta aprender cosas nuevas. Ayudan a mantener mi mente despejada.

Me gradué hace tres días y aún conservo la resaca de aquella colorida fiesta, las luces deslumbran mis ojos y la música aún resuena con eco en mi cabeza.

-Yelena, baja a desayunar- habla mi hermana entrando al cuarto.

Suspiro tomando impulso para sentarme en la cama a contemplar mi mera existencia.

Odio vivir en esta ciudad, me gustaba más estar en Rusia, al menos allá tenía amigos.

Cierro los ojos irritada ante el sonido de la puerta abriéndose.

-Я тысячу раз говорил тебе стучать в дверь (Te he dicho mil veces que toques la puerta)- regaño viendo a la chica parada en la entrada.

-Te tardaste mucho en contestar así que venía a ver si seguías viva- su sonrisa arrogante solo me irrita más la mañana -Baja de una vez antes de que mamá suba- sale del cuarto dejando la puerta emparejada por lo que mis ganas de matarla taladran con fuerza en mis pensamientos.

-Sería un desperdicio de energía- me repito en voz alta levantándome para bajar al comedor, donde la mesa ya está puesta y el olor a huevos con tocino inundan mis fosas nasales.

-Buen día, Yelena- saluda mi madre.

-Привет- saludo tomando asiento.

-Ya hemos hablado de esto, no estamos en Rusia, aquí dices...- me mira con seriedad esperando a que termine la frase.

Suelto un pesado suspiro, no es que quiera hacerla enojar, es solo que el ruso me es más fácil.

-Buenos días- saludo empezando a comer.

-Así me gusta- celebra sentándose a mi lado -¿Hoy será tu primer día de trabajo? ¡Que emoción!

Lo había olvidado, ayer me llegó la carta aprobatoria, me citaron hoy en la tarde para hacerme las entrevistas para el puesto en Freddy Fazbear Pizza.

¿Por qué entré ahí? Sencillo, quiero aprender un poco más sobre sistemas y mientras mi madre trabaja como una secretaria, administrando papeles y mi hermana estudia, yo me dedicaré a verificar que los sistemas de la pizzería funcionen a la perfección. De día sería una lata lidiar con los niños así que trabajaré de noche junto con el guardia de seguridad llamado Mike.

O eso fue lo que me dijo el tipo que me dio la entrevista por teléfono.

-¿A qué hora vas a estar allá?- Sasha me mira con curiosidad.

-A las cuatro- bebo mi café -Hoy mismo me dirán si soy apta.

-Eres una cerebrito- se mofa -Seguro ya tienes el empleo en tus garras.

-No es bueno confiarse- recalco dejando la taza vacía en la mesa -Pero supongo que tienes razón, el empleo no es tan buscado por lo que tengo menos presión en mis hombros.

-Verás que te darán el puesto- alienta mi madre acomodando un mechón de cabello tras mi oreja -Eres muy lista.

-Mamá, la hora- abre los ojos a tope al escuchar el recordatorio de mi hermana menor.

-¡Es tarde!- sube más rápido que un rayo y tan solo escucho cosas cayendo en la planta de arriba.

-Siempre es lo mismo- suspira Sasha con un aire divertido.