[SCAPE FROM THE REALITY] THE BOYZ

你還不夠；十一

Su cabeza era una mezcla de cosas, Juyeon había estado hablando un montón de asuntos que en realidad le asustaban en su mayoría.
¿De verdad no iba a poder salir de allí? Era lo que realmente quería, quería ir al mundo real y ver a Juyeon en la vida real también, sabía que estaría mucho más feliz de esa manera, pero era muy difícil saber cuando iban a volver.

Era horrible no saber nada, quería hablarle a Sunwoo y preguntarle si siquiera había intentado volver, todos en su mayoría parecían tener ganas de volver a su casa.
Estaban felices ahí pero lo estarían más siguiendo su rutina de siempre.

Haknyeon estaba bien en el lugar en el que estaba, se sentía cómodo, aunque Eric le dijera de vez en cuando que quería ver a su pequeña gatita, que la extrañaba y que no tenía como darle alimento, lo cual le hacía ponerse un poco triste, se sentía cómodo.

Ni siquiera sabían cuanto había pasado en el mundo real.

Changmin había estado observando a todos, más a Sunwoo, a Chanhee y a Younghoon.
Sunwoo, era una persona que se hacía pasar por alguien bueno, era obvio.
Chanhee, era como un angelito, era tierno y se encargaba de hacerte sentir bien.
Younghoon era un misterio, él había estado bastante cerca de Chanhee y eso le molestaba.

Mientras que a Chanhee nunca le molestó eso, le gustaba que Younghoon le estuviera dando más confianza.
Incluso había tocado el violín para él, habían avanzado.

Sunwoo solo contaba con Sangyeon, pues solo confiaba en él para contarle todo lo que pensaba y creía sobre el mismo.
Pero tenía que tener cuidado con las paredes, pues Changmin había escuchado varias cosas de él a escondidas para luego atacarlo.
Y aunque Sunwoo no fuera alguien a quien le gustará pelear, golpearia a Changmin solo porque el chico era muy insensible.

— ¿Porque envidias a tu hermano? —
Preguntó, con ese rostro inocente que tenía, solo supo mirarlo sin alguna expresión.

— ¿Porque envidiarias a alguien si ya tienes todo lo que tiene? — Se acercaba a Sunwoo mirándolo a los ojos, Sunwoo ni siquiera quería retroceder, necesitaba afrontar cuando alguien lo tratará así.

— No debe importarte, no lo vives tú. —
Iba a irse pero Changmin lo detuvo poniendo una mano en su hombro.

— Ese es el punto, no sabes cuantas personas quieren vivir tu vida y tu te quejas. —
Acarició el cabello de Sunwoo y fue el momento en el que no pudo aguantarlo más.

Empujó a Changmin haciendo q se cayera al piso pero al querer irse Changmin hizo una zancadilla y cayó también.
Changmin no espero y golpeó su rostro, pero sin recibir nada de vuelta.

Sunwoo lo sacó de encima suyo y caminó hasta su habitación, sin siquiera decirle algo.

Seguro creía que Changmin no valía la pena para pelear.

Le había roto el labio, pero Sunwoo pareció no reaccionar ante eso, incluso pareció darle igual, la forma en la que lo miro, lo asustó, porque si la mirada de Sunwoo era fuerte normalmente, ahora lo era más.

Pasaron tantas cosas por la mente de Sunwoo, es la razón por la que decidió no seguir, de repente estar en esa situación le recordó a cuando su padre lo golpeaba por no esforzarse tanto como su hermano.
Debió ser confuso, pero él sabía cuando hacía algo malo y que sería castigado por eso ¿Era muy joven para eso? A veces ni siquiera podía hablar por los castigos, creía que hasta por eso podrían golpearlo.

Tuvo el labio roto muchas veces más, era solo una de esas veces, ya sabía que hacer, pero le pareció raro que Sangyeon lo viera y automáticamente le dijera que se sentará y él lo curaría.

Estaba demasiado acostumbrado a sanarse en soledad, incluso con su corazón.

No le contó a Sangyeon la razón de que su labio estuviera así, solo dijo que sin querer había pasado, no quería dejar a Changmin como un villano, después de todo, si lo odiaba era porque tenía una razón.
Todos tenían razones para odiarlo ahí, pero le sorprendía que el único demostrándole el odio era Changmin.

Después de todo, él los había metido en esa realidad en la que en realidad tal vez no querían estar.

Había pasado más de una semana pero no tenía ninguna idea de como liberar a todos, lo había intentado, pero ni siquiera el control tenía una realidad realmente real.
Solo eran sus pesadillas y sus sueños, era increíble, pero también horrible, porque sabía que en el momento de que sonarán los caballos, tendría que ir a una pesadilla.

La misma que hizo que no pudiera dormir en tres días seguidos, su madre persiguiendolo mientras le decía todos sus fracasos, en forma de una araña.
Esperaba que los demás no se asustaran tanto como él en el momento.
Y esperaba que pudiera hacer desaparecer a ese monstruo solo pensando en que era un sueño y que no era alguien real.

Se estaba volviendo loco, mucho más que en la realidad, pero sabía que al menos Sangyeon lo iba a apoyar y cuidar, estaría bien si estaba con él, solo ellos dos.

Changmin se fue a donde Chanhee, sin avisarle a él, solo porque últimamente hacía lo mismo una y otra vez y no parecía molestarle ni a Younghoon ni a Chanhee.
Aunque de Younghoon no estaba totalmente claro porque ese chico era un total misterio, ni siquiera sus expresiones te daban pistas de lo que sentía.

Igualmente le daba igual como Younghoon se sintiera con respecto a él, Younghoon le daba igual, lo único que le interesaba era Chanhee y que sonriera para él, solo quería que Chanhee sonriera gracias a él y su sangre ardía cada vez que este sonreía para Younghoon y Younghoon sonreía hacía el también.
Se encargaría de que dejará de hacerlo, solo si Chanhee gustaba de él igual, podría hacerlo.

Sabía que podía lograrlo, solo insinuandose, pero tendría que apresurarse, porque mirar como Younghoon besaba a Chanhee desde la ventana no lo ayudaría.