˚ ༘✶ 🍥 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄 𝐃𝐈𝐕𝐈𝐍𝐀┊⤷ 𝑰𝒏𝒐𝒔𝒖𝒌𝒆 ﾒ 𝑻𝒂𝒏𝒋𝒊𝒓𝒐

✧sɪɢᴜɪᴇɴᴅᴏ.6

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Corrí lo más rápido que pude y me alejé.

Seguí el olor de Nezuko. Y llegué a casa.

—¡Nezuko! ¡Nezuko!

—¡TANJIRO ESTÁS BIEN!— ella corrió y me abrazó.

— ¡Si! El demonio me...

—¡¿Que?!

— Me... Bueno yo me fui corriendo y seguí tu olor y el no me pudo seguir por el sol —contesté.

— ¡Ay Tanjiro! ¡Me preocupaste mucho! Lo bueno fue que era de día.

— Si, ya olvidemos eso.

—Pero Tanjiro...

— Dije que lo olvidemos ¿Y Zenitsu?

— Debemos de ir con Rengoku, para avisarle que estás bien.

— ¿Para que ir? Podemos mandarle el mensaje por nuestro cuervo— Chifle y el cuervo se puso sobre mi cabeza.

— Queremos que le envíes un mensaje al Pilar de la Flama Rengoku.

El animal asintió.

— Dile que Tanjiro regreso sano y salvo y que no se preocupe.

El ave comprendió y se alejó volando rápidamente.

— Esto no saldrá de los 4 y tampoco se lo diremos a mamá —le dije.

— Estoy de acuerdo —sonrió y me guiñó el ojo.

Le mentí a Nezuko acerca de que mis heridas estaban bien y que habían sanado gracias al demonio.

No pasaron muchos días en los que Rengoku nos citó a los tres en su casa.

Y esos días nos puso a entrenar.

— ¡Muy bien! ¡Lo estás haciendo bien!

—¡Lo estoy haciendo todo!— le grité a Zenitsu ya que solo observaba como cargaba unas rocas en la espalda y  la mitad eran de el.

— ¿Zenitsu porque no le ayudas?— Preguntó Rengoku quien regreso.

—¡AH! ¡CLARO AY VOY! —Zenitsu corrió hacia Tanjiro.

Después del agotador entrenamiento, Senjuro les ofreció comida a los tres.

— ¡Gracias!— Dijeron al mismo tiempo.

— No hay de que, se veía que ya la necesitaban.

— Bueno, hasta aquí el entrenamiento, mañana no se olviden de llegar temprano— Rengoku les guiñó.