« El Amor de los 30 Pétalos • Kazutora Hanemiya »

- Las Rosas -

Los ojos del teñido se habían topado con los morados, que desde el primer segundo le habían enloquecido. El cabello negro de la chica caía por sus hombros, llegando a tocar el suelo al estar agachada y la longitud de su cabello no era de ayuda. Siendo el idiota que era su compañero pelinegro, había botado todas las cosas que se encontraban en su pupitre. Una pequeña chica se había agachado a ayudarle con una pequeña sonrisa.

El corazón de Kazutora había sido atacado fuertemente por la presencia de la chica que aún desconocía su nombre. No podía negar que era preciosa ante los ojos de cualquiera, cosa que el chico también pudo notar y apreciar. Provocando que meses después iniciara su plan de "Enamorar a Dai Nakamura".

"Me enamore de ti, te tu belleza y pureza, la cual yo me encargue a destruir con mis propias manos. Te ame, como a pocas, incluso si mis interacciones contigo fueron, lograste cautivar mi corazón con tu maravillosa forma de ser.

Si alguna vez te llame amor de mi vida confirmo que no estaba equivocado. Eres y serás la única mujer que ha podido alterar mi corazón en mis largos 27 años de mi vida, y creo que seguirá siendo de esa manera eternamente. Ninguna mujer ha logrado hacerme sentir lo que tu persona era capaz de hacer con la mera perfección de tu existencia.

No me rechazaste, simplemente me dedicaste tus más sinceras palabras. Lamento haberte hecho tanto daño... Merecías ser feliz.

Actualmente tendrías 26 años... Lo siento, no puedo hacer esto. Eras tan maravillosa y yo simplemente fui un completo idiota. Te arrebate la vida, y te aleje de cualquier hermoso futuro que pudiste haber tenido, siendo feliz e incluso teniendo una familia contigo. Me arrepentiré eternamente de haberte asesinado con mis propias manos, ya que esas ni siquiera merecían tocarte o estar cerca de tu perfección.

Prometo que te encontrare en otra vida si es que estas existen y me encargare de que seas la mujer más feliz del universo, sea a mi lado o simplemente siendo un fiel compañero de vida que se encargue de cuidarte de todo daño que el universo sea capaz de hacerte.

Te amo, mi niña hermosa y pequeña, Dai..."

"¡Hola! Me gustas. :D"

Con nerviosismo, Hanemiya dejo discretamente la pequeña nota en la mesa de la chica junto con un pequeño pétalo, sentándose rápidamente en su asiento como si estuviera siendo monitoreado por un robot que lo asesinaría al mínimo movimiento.

Con los minutos sus compañeros hicieron su entrada al salón de clase, no siendo la excepción la chica, quien al sentarse llamo su atención la nota sobre su mesa. Los ojos dorados del chico se encontraban mirando disimuladamente a Dai, prestando atención a su reacción. Una sonrisa se hizo presente en el rostro de la chica, alterando con alegría al corazón de Kazutora. Dai guardo con cuidado la nota en su mochila, evitando lastimar el pequeño pétalo que venía con la nota. Dirigiéndose a hablar con su amiga, y olvidando temporalmente la sorpresiva nota.

Tal sonrisa en el rostro de la chica logro hacer feliz el corazón de Kazutora, sentimiento que se quedaría en su pecho todo el día. Había hecho feliz a la mujer que amaba... Lo había logrado. 

FIN