Capítulo 5

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La campana estaba apunto de sonar pero no salía ninguna palabra de la boca de Fabián, lo cual me desespero un poco y me puse algo tensa, no sabía qué hacer cuando estaba apunto de decirle que por favor diga algo, la campana suena y los profesores comienzan a dirigirse a los salones, al igual que yo y el sin ni siquiera haber hablado de algo cuando me dijo que  quería y necesitaba hablar con alguien.

La clase comenzó normal, el profesor comenzó a hablar, al parecer el ambiente entre Fabián y yo se había vuelto un poco más tenso luego de su disculpa.

El profesor pidió que hagamos grupo de 3, yo estaba pensando en yo Vale y Fabián, pero al parecer Vale ya tenía pensado con quién, así es con las  nuevas compañeras, lo cual me molestó un poco que me dejo a un lado, más no le di importancia, no fue necesario preguntar a Fabián así que solo nos faltaba alguien.

Un compañero se ofreció y claramente aceptamos, su nombre era Rangel más no era cercana a el, apenas y cruzamos palabra desde que lo conozco pero no hubo problema, hicimos lo que el profesor nos dijo y listo acabo su clase y nos dejó de tarea que para la próxima clase tendríamos que exponer dos del grupo y yo no era tan mala que digamos, pero descubrí que mi compañero de grupo era perfeccionista y dijo que tendríamos que reunirnos para practicar y ver quién expondrá.

-Emma cierto?- pregunto a lo cual yo respondí
-Si
-Okey los tres tendremos que reunirnos en casa de alguien para prepararnos- se refirió hacia mí y Fabián.
En mi casa obviamente no podía ya que no me sentiría cómoda que mi familia esté ahí así que no, me sorprendió ver qué Fabián también se negó que en su casa tampoco podíamos reunirnos.
Asi que la única casa que quedaba de opción era la de Rangel, y acepto sin quejarse y fue un alivio.
Ahí decidimos la hora y que más haríamos y así quedamos.

La tarde paso tranquila las clases continuaron llegó la hora del refrigerio, está vez salí con Vale auque sólo fuimos al baño y luego ella volvió a salir con sus nuevas amigas, me volví hacia mi sitio y Fabián también estaba ahí decidí ignorarlo, pero al parecer el no quiso y empezó a hacer una pregunta tras otra, le respondí sin ningún interés, hasta que me preguntó.

-Que tal te llevas con tu familia?- decidí no responder ya que era algo de lo cual no quería hablar y cambie de tema.
-Que ibas a decirme hoy? Dijiste que querías hablar con alguien?- su cara de pronto se volvió pálida y respondió.
-Dominas el arte de evadir preguntas incómodas, verdad?- no iba a responder nada pero lo hice.
-Al igual que tú soy experta evadiendo preguntas pero también prefiero guardarme cosas que no le incumben a otras personas de cierta forma- le respondí.

La situación se puso algo incómoda y quedamos mirándonos uno al otro

El sol radiante de la tarde llegaba hasta su rostro lo cual me permitió apreciar por unos breves segundos el hermoso perfil que traía y los ojos color miel que dominaba.
Al parecer se dio cuenta que lo estaba apreciando silenciosamente y decidió moverse, en cuanto lo hizo salí de mi zona un poco avergonzada de que se haya dado cuenta, nos quedamos en silencio hasta que el refrigerio acabará lo cual hacia que me sienta aún más incómoda.

Las clases terminaron y era hora de volver a casa, apenas pasaron 3 días desde que empezaron las clases y ya no quería volver, mis notas no eran las peores pero tampoco las mejores.
Vale salió antes que yo lo cual no me permitió salir con ella y despedirnos así que me puse en marcha, cuando estaba apunto de llegar a casa, pude escuchar a lo lejos música a todo volumen, lo cual me permitió deducir que mi papá había vuelto a tomar, mi ansiedad claramente volvió y comencé a morderme las uñas, apenas habían pasado unos días desde que mi papá tomó y lo volvió a hacer.

Estaba apunto de llegar a casa y tome un respiro profundo antes de abrir la puerta y entre, quise pasar desapercibido pero no pude ya que mi papá alcanzó a verme, me llamo y el miedo me inundó, me acerque a él y empezó a decirme cosas sin sentido.

-Vaya hasta que te dignas a regresar- sabía perfectamente que volvía del colegio y lo dijo.
-Nadie en esta casa me quiere ni tú, ni la estúpida de tu madre y mucho menos tu hermana!!- empezó a gritar y pude sentir algunas lágrimas brotar de mis ojos no dije nada y el continuó diciendo groserías junto con palabras hirientes.
-Me voy a largar de esta casa para ver cómo sobreviven sin mi- siempre pensé en eso, más cuando me lo imaginaba me dolía mucho.
Pude escuchar una voz dentro mío que me decía que le respondiera y le dijera que lo odiaba más no pude, mi miedo era más fuerte que mi valor y no lo hice.
-Eres una put4, una cualquier4, una zorr4- se refería hacia mi mamá ella se se digno a responderle.
-Ya cállate!!!- lo cual indigno el orgullo de mi padre.
Estaba apunto de darle una bofetada a mi madre mas me interpuse y pude sentir como su mano tocaba sobre mi rostro, y un dolor inmenso venía hacia mi, no me arrepentí de lo que había hecho más si me arrepentí de no haber dicho cuanto lo odiaba y cuánto deseaba estar muerta, más no lo hice.

Mi papá se quedó pasmado por haber hecho que el golpe cayera hacia mi, más no dijo nada.

-Tengo tarea que hacer por favor ya ve a dormir-  le dije nerviosamente a pesar de que el dolor de mi rostro no pasaba y decidí dirigirme hacia la cocina, agarre los cubos de hielo y subí a mi cuarto, en cuanto llegue, cerré la puerta y sentí como no podía más con mi cuerpo y cai a llorar de porque tan miserable era, me acerque al espejo y pude notar que tenía la cara morada al parecer el impacto fue muy fuerte que dejó una inmensa marca.

Entre lágrimas dije:
-Diablos y ahora como haré para que esto desaparezca en un día- lance un largo suspiro mientras mis lágrimas no dejaban de caer.

Hasta El Dia De Nuestra MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora