Capítulo 4

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Al día siguiente

Acaba de amanecer, son exactamente las 8.45 AM así que me digne a levantar. La misma rutina del día anterior ir a la tienda, esta vez sin chocar con nadie, desayunar, arreglar algunas cosas en casa, revisar si tengo pendientes antes de ir al colegio.

Empecé a alistarme para ir al colegio, salí de mi casa a eso de las 12.15 para llegar a eso de las 12.25, me encontré con Vale a la entrada, el día transcurría de lo mas normal, yo y Vale entramos al salón y nos acomodamos en nuestros lugares, hasta que vi que entro Fabián, era muy distinto al Fabián que vi ayer estaba un poco distante aunque no es como si fuéramos cercanos pero estaba muy distinto, traía un suéter gris lo cual se me hizo raro porque no es como si hiciera frio.

-Hola?-dije

No me dio nada mas que una sonrisa vacía, lo cual no se me hizo grosero porque me pareció que no estaba bien mas me limite a decir algo mas, la primera clase transcurrió tranquila, así mismo como la segunda hasta que llego la hora del refrigerio, Vale salió nuevamente con las nuevas compañeras, y yo nuevamente no salí al igual que Fabián no se porque sentí algo diferente hoy con Fabián así que mi curiosidad me gano.

-Ey todo bien? Te noto un poco raro- pregunte

-Todo esta bien, no es como si fuera de tu incumbencia o si?- respondió de forma grosera, lo cual claramente me molesto porque yo solo estaba preocupada y ni si quiera se porque, me limite a decir algo mas.

Terminaron las clases yo y Vale nos despedimos, por alguna razón empecé a sentir que Vale y yo nos estábamos alejando pero sin embargo, no le tome importancia porque apenas habían pasado 2 días. Ya había caminado alrededor de unos 5 minutos y sin pensarlo voltee con la idea de que Fabián estuviera detrás mío nuevamente, pero fue inútil ya que no había ni la sombra de Fabián.

Llegue a casa y todos estaban ahí, los salude como si nada y subí a mi cuarto para bañarme y cambiarme para luego bajar a cenar, la cena iba igual que de la noche anterior hasta que basto que mi papá nombrara la palabra profesión.

-Como sabes yo ya decidí que estudiaras enfermería así que hoy estuve hablando con algunos conocidos para que te sea mas fácil estudiar eso- dijo mi papá.

Desde hace alrededor de 3 años a estado rondando en mi cabeza la idea de estudiar medicina, lo cual no podrá hacerse realidad como pueden ver, ya que según mi papá es una carrera muy costosa, aunque claramente cuando toma no le importa cuanto gastar, cada que toca este tema me molesta muchísimo y no es como si tuviera unas calificaciones sumamente altas para ganarme una beca o algo, así que me jacte a la idea de estudiar enfermería sin reprochar.

Durante el resto de la cena continuo hablando de esto y de aquello a lo cual le reste importancia, en cuanto acabe me dirigí hacia la cocina y deje que mi hermana se encargara de arreglar el resto y subí a mi cuarto, deje de pensar en lo que dijo mi papá y de pronto un pensamiento se encargo de poner en mi mente en Fabián, pensando en porque reacciono así cuando le pregunte si estaba bien y solo pude llegar a la conclusión de que tuvo problemas, seguí pensando en eso hasta quedarme dormida, era la  primera ves que dormía pensando en alguien y sobre todo en alguien que sea un hombre que conocí apenas dos días.

Al día siguiente llegue al colegio, esta ves no me encontré con Vale así que simplemente entre. En cuanto llegue al aula Fabián ya estaba ahí, nuestras miradas se cruzaron y nos quedamos así por unos segundos, hasta que decidió romper el hielo diciendo.

-Podemos hablar? realmente necesito hablar con alguien-dijo.

Asentí con la cabeza y nos dirigimos hacia el patio, Vale apenas llegaba así que solo nos saludamos, por suerte aun faltaban unos 15 minutos para que las clases empiecen así que nos daba tiempo de hablar, nuestra charla comenzó con una palabra.

-Lo siento-lo dijo con una voz dulce distinta a la voz que solía escuchar  en ese momento me di cuenta que realmente necesitaba hablar con alguien.

-Que paso, estas bien?-dije, pude notar que sus ojos estaban apunto de llenarse de lagrimas y ahí supe que realmente estaba mal.

Hasta El Dia De Nuestra MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora