Prólogo.

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Pov Arthur.

Todo a mi alrededor esta oscuro, acaso... ¿Estoy soñando? No, no creo que sea un sueño, ¿Qué es lo que esta pasando? Doy varias miradas alrededor intentando divisar algo entre toda esa oscuridad, por un momento me quedo quieto meditando en como eh llegado hasta acá

— Arthur... —escuchó detras de mi e inmediatamente volteo—.

Una gota cayendo se escucha de fondo mientras veo una división, entre un valle donde esta una persona parada, su cabellera rubia me hace sentir atraído de alguna manera.

¿Quién eres tú? —pregunto a aquella persona mientras me acerco lentamente dejando la oscuridad atrás—.

Arthur... —vuelve a llamarme pero su voz se escucha distorsionada en mi mente, ¿Por qué?—.

Extiendo mi mano hacia aquella persona enfrente de mi cuando todo cambia a tonalidades rojas y la persona parada frente a mi se vuelve un demonio y junto a él aparecen otros tres más a quienes apenas logro verles la cara.

Arthur... —vuelve a llamarme con esa voz y yo retrocedo por instinto, mientras puedo sentir una espada en mi mano—.

Intento usarla en su contra pero antes de darme cuenta, ya está en mi hombro, ¿Cómo es posible?

Me levantó totalmente exaltado y respirando fuerte. Hace mucho que tengo eso sueños pero sigo sin encontrar su significado. Tomó asiento en mi cama tomando una libreta junto a un lapiz y empiezo a dibujar aquella escena donde solamente la persona de cabello rubio es un total enigma para mi.

— ¿Quién eres?.... —me pregunto inutilmente mientras vuelvo a recostarme en la cama dejando en mi regazo el lapiz junto a la libreta—.

Miro el techo junto a la lampara mientras me sumergo en mis pensamientos. No tengo ni siquiera una pista de quien es esa persona y Merlin se niega siquiera a hablar conmigo a menos de que se trate sobre el reino.

— Arthur... —escucho a Ginebra entrar con una taza de té en sus manos— ¿Tuviste otro mal sueño?

— Si, algo así... —ella besó mi frente mientras me daba aquella taza—.

— Tranquilo, ya estás mejor —me sonrió cálidamente— Además, recuerda que mañana llegan todos nuestros invitados para anunciar nuestro compromiso y en un par de semanas nos casaremos.

— Es verdad —sonreí—.

— ¿Estas feliz? —preguntó con una sonrisa—.

— Lo estoy sabiendo que me casaré contigo —hable con sinceridad pero se escuchaba tan falso para mi—.

Terminé aquella taza de té y ella la dejo a un lado, mirándome para besarme suavemente.

— Deberías dormir, necesitas toda la energía posible mañana y debes verte bello —habló de repente con un sonrisa—.

— Creí que ya era bello —bromeé—.

— N-No quise decir que no lo fueras, e-es so-solo que... —empezó a enredarse con sus palabras lo que me parecía tierno—.

La tomé con mis brazos y la acosté a mi lado, cuando ella dormía a mi lado, no tenía esos sueños y su cabello rubio me daba calma.

— Durmamos juntos por esta noche... —murmuré ocultando mi cara en ella, pude sentir un ligero asentimiento y cuando menos lo esperaba, me quedé dormido—.

Ay, dios, que emoción, por fin tenemos la segunda temporada de Forever Yours y espero que les guste, me estaré esforzando por que esta secuela valga la pena

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Ay, dios, que emoción, por fin tenemos la segunda temporada de Forever Yours y espero que les guste, me estaré esforzando por que esta secuela valga la pena.

Como siempre, les agradezco a los que siguen leyendo esta hermosa historia, nos estaremos viendo muy seguido.

Sin más que decir...

¡Sayonara!

Memories of a forgotten love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora