"Querido diario, tengo un enorme problema."
Rápidamente, arrugué la hoja y la tiré al fuego de la chimenea. Todo esto era ridículo.
Nunca pensé que yo, Dylan Smith, llegaría a tener problemas con el amor, y mucho menos para declararme, pero ya veo lo injusta que puede ser la vida. Mañana es el 14 de febrero y aún no tengo ni idea de cómo hacerlo. Si Tyler Jones fuera una de todas esas personas a las que sabía que les molaba, simplemente improvisaría.
Pero Tyler Jones no era una de aquellas personas. Sé que aunque la confianza en mí mismo no era algo que me faltaba, no sería capaz de hablar con él sin titubear y lo arruinaría todo.
Ese maldito chico se robó mi corazón hace dos años y hasta el día de hoy aún no me lo ha devuelto. Y eso que ni siquiera éramos amigos. Al principio pensé que me estaba engañando a mí mismo, que Tyler solo me parecía atractivo y todo se me pasaría en unos días. Ya han pasado años y eso no se ha ido a ningún lado.
Lo que quiero hacer es decirle lo que siento por él el día de San Valentín, es decir, mañana, pero aún no se me ocurría nada. No quería decirlo en público, pues ni siquiera tengo claro si a él le gustan los chicos.
¿Y si me rechaza? ¿Y si se burla de mí?
Normalmente, era yo quien elegía con quien tener una cita el día de San Valentín, ese mismo día siempre solían llegarme montones de declaraciones y invitaciones de todo tipo de personas, pero el año pasado ya me prometí a mí mismo que me declararía. Terminé sin hacerlo. Este año no debo cometer los mismos errores.
Me pregunto si Addison Brown también se sentía así antes de que me dijera que le gustaba la semana pasada.
Con cada minuto que pasa, mi desesperación sube cada vez más. Ya eran las doce de la noche. No iba a obtener ningún resultado, no se me iba a ocurrir nada útil.
Bueno, si no tengo las agallas suficientes para improvisar mañana, ya veré si tengo suerte el año que viene. Soy un maldito cobarde.
Esta mañana me levanté media hora antes de que me sonara el despertador. Había dormido por más o menos 6 horas, pero se sentía como menos de la mitad de ese tiempo. Me volví a acostar, pero el sueño ya se había esfumado.— Por tu culpa, Tyler- pensé. — O tal vez por la mía.
Hoy era el día, el 14 de febrero. Presentía que todo sería igual o incluso peor que el San Valentín del año pasado.
Como cualquier otro día, Peter, mi mejor amigo, me esperaba con su coche afuera de mi casa. Vivía a media hora del instituto, así que él me llevaba en su coche.
— Ey Dylan, no tienes muy buena pinta.— dijo en forma de saludo.
— Lo se. ¿Y que tal estás tú?- pregunté cambiando de tema mientras me subía al coche.
— ¿Sabes quien es Addison?— asentí con la cabeza. Como no iba a saberlo. — Pues bueno, será mi cita de San Valentín hoy después de la fiesta en mi casa.— Mierda, me había olvidado por completo de esa fiesta. — ¿Y como vas tú? Aunque por qué lo pregunto, eres uno de los chicos más populares del instituto.
En vez de responder a esa pregunta, asentí con la cabeza fingiendo estar divertido.
Tan solo bastó con acercarse a la entrada del instituto para darse cuenta del ambiente del día de los enamorados. Habían varias parejas besándose, sin importarles las miradas que la gente les lanzaba al pasar.Me pregunto si eso que ellos sienten es verdadero. Algo me decía que más de la mitad de aquellos que ahora andan por los pasillos cogidos de la mano en unas semanas ni siquiera se dirigirían la palabra. Aunque tampoco es que pueda juzgarlos por ello, no soy la persona adecuada para hacerlo.
Fue entonces cuando lo vi a él. Tyler estaba en frente de su taquilla, hablando con Vanessa Harper. La miraba muy entretenido, riéndose por algún chiste que le había contado.
En este momento haría lo que sea por ser yo a quien Tyler mirara de esa forma. Y en este momento nuestras miradas se cruzaron, aunque los dos la apartamos enseguida.
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Tu propia medicina (historia corta)
Short Story"Querido diario, soy Dylan de nuevo y tengo un enorme problema" Dylan no era uno de esos chicos a los que les solía ir mal en el amor, pero parecía que el destino le había puesto una zancadilla justo antes del día de San Valentín. Dos años después...