4: Tyler✨

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Narra Tyler:

Por fin la clase había terminado. Todo el mundo se dirigió a su siguiente clase.

Vi como Dylan guardaba sus cosas sin mucha prisa. Creo que debería preguntárselo ya, tenía que hablar a solas con él. O por lo menos podría intentarlo. Comencé a guardar mis cosas lentamente.

Como si el destino me hubiera hecho caso, su amiguita le susurró algo al oído y se fue. En unos segundos, ya estábamos completamente solos. Sentí como una onda invisible recorría mi cuerpo de pies a cabeza.

No se por qué tengo la sensación de que él también quiere decirme algo. Solo espero que no sea nada con lo que pueda hacerme daño, intentaré hacer todo lo posible para que aquello no ocurra.

Noté como él se acercaba a la mesa donde aún estaba recogiendo.

— Hola Tyler.— si no lo conociera bien, diría que lo dijo tímidamente. O bueno, tampoco es que lo conozca bien, ni siquiera pero con lo poco que sé de él ya basta para sacar una conclusión.

— ¡Hola!— intenté hacer que mi voz sonara lo más segura y convincente posible.

— ¿Tienes un segundo?

— Depende.— el chico me miró confundido. —¿Que ocurre?

Dylan me miró con una expresión en el rostro la cual yo no era capaz de identificar.

— Solo tengo que hablar contigo, no te llevará mucho tiempo, en serio.— aseguró.

Estaba por decirle que yo también quería hablarle sobre la sensación que tengo de que me está acosando, pero algo me decía que tenía que escuchar lo que sea que él dijera. Tampoco es que me vaya a amenazar, o bueno, no creo que lo haga.

— Bien...— el chico suspiró profundamente. — Es solo que... bueno, nunca hemos tenido ninguna conversación ni nada por el estilo pero...— un nudo comenzó a formarse en mi garganta. No me gustaba por donde iba esto. — Me gustas, Tyler.

— ¡Mentira!— exclamé antes de que pudiera pensar en lo que estaba diciendo. Era obvio que yo no le gustaba, era imposible. — No voy a dejar que me uses como a todas esas personas, no soy un idiota.

Bueno, tal vez me pasé un poco con eso, pero ahora estaba demasiado enfadado como para retractarme.

Tu propia medicina (historia corta) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora