꧁Charlotte, Tom y Matheo Riddle, tres hermanos ligados por la sangre y el oscuro legado de su padre, Lord Voldemort, están dispuestos a enfrentarse a cualquier dolor, soportar cualquier lucha, y sacrificarlo todo para lograr su misión: traer de vuel...
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Cuatro años atrás...
El comedor estaba en su habitual silencio incómodo. Solo el suave tintineo de los cubiertos al chocar contra los platos rompía la quietud. Tom, el mayor de los trillizos, decidió finalmente poner voz a la pregunta que había rondado su mente durante años.
—¿De verdad nunca se han preguntado cómo murió papá? —dijo, rompiendo el silencio de forma abrupta. Su tono frío y calculado contrastaba con la inquietud que su pregunta traía consigo—. ¿No les da curiosidad cómo un niño de un año pudo matarlo sin una varita? Es prácticamente imposible.
Mattheo, el segundo de los hermanos, frunció el ceño y dejó su tenedor sobre el plato.
—No lo sé, Tom. Nadie lo sabe, y ya han pasado años. ¿Por qué sigues sacando ese tema? —replicó, claramente molesto y desconcertado por el repentino interés de su hermano—. No sé ni por qué te sigue interesando lo que pasó con papá.
Charlotte, la menor, permaneció en silencio, observando su plato como si las respuestas pudieran hallarse en la comida. Nunca había tenido una buena relación con su padre. Él siempre le había dejado claro que era la decepción de los tres. Sus hermanos, por el contrario, intentaban consolarla, diciéndole que no debía creer en las crueles palabras de su padre. Pero ella, con el tiempo, había comenzado a aceptarlas como verdades. Qué equivocada estaba, aunque aún no lo sabía.
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Minutos más tarde, después de la cena, los tres subieron juntos las escaleras de la mansión que había sido su hogar desde que tenían memoria. Cuando llegaron al último escalón, Tom se detuvo abruptamente.
—Vayan ustedes a la habitación, yo los alcanzaré en un momento —dijo, mirando fijamente la puerta al final del pasillo.
—¿No vienes con nosotros? —preguntó Charlotte, con curiosidad, mirando a su hermano mayor.
