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Sunghoon se levantó de la camilla en la cual estaba sentado, procesando todo lo vivido y visto lo anterioridad, y se apresuro a buscar por toda la enfermería el bendito botiquín.

No era tan difícil encontrar un botiquín.

Era una caja roja, o blanca según la marca del fabricante, con semejante cruz encima. ¿Por qué la tienen tan metida en donde no la vean si es de primeros auxilios?En ese momento insultaba en muchos idiomas que la mujer de la enfermería no estaba.

Parecía que era una mala broma.

— ¡¿Dond... Aquí esta! —exclamó con repentino entusiasmo sin molestarse en cerrar el lugar donde estaba escondida la caja roja, dicho lugar se encontraba en uno de los últimos cajones del mueble o mejor dicho escritorio de la enfermera— Siéntate, por favor —le dijo tomándole del brazo suavemente empujándolo hacia la camilla.

No estaba muy lejos de la camilla, pero debido a los dolores de espalda y estomago le resultaba mucho menos doloroso quedarse parado a que tomar asiento.

Su cuerpo dolía como los mil infierno, su cara inexpresiva y totalmente seria no se iba por nada en el mundo. Aun cuando tenia el labio inferior y una ceja  izquierda rota, tenia miles de colores y tonos violetas, verdes y algunos amarillentos moretones en todo el pómulo derecho y parte de la frente de ese mismo lado.

Tenia ganas de llorar.

Quería dejar salir las lagrimas y ahora no solo eran de dolor o de que se puso sentimental, eran de frustración de ser un anomalía de otro mundo, era de enojo porque siempre tenia que pasarle cosas como esas a el, eran todas sus emociones juntas haciendo que en cualquier momento llorara.

— ¿Estas bien? —la pregunta de  lo sacó de sus pensamientos a lo que solo asintió sin ganas— ¿Necesitas ayuda? —preguntó refiriéndose a subirse a la camilla a lo que se acerco entre quejido intentándose subir solo logrando que sus músculos duelan— Déjame ayudarte.

Jake  se acercó suavemente a el y posó ambas manos en las caderas, hizo un poco de fuerza subiéndolo los pocos centímetros que no llegaba al ser mas bajito.

— ¿Me dices tu nombre? —fue lo primero que dijo y se quiso dar una bofetada ante tan idiota pregunta.

Quiso abrir la boca para decirle que no era necesario pero el otro hablo mas rápido.

— Park Sunghoon. —murmuró bajito no apartando su vista de sus manos las cuales se pellizcaba en el dorso de la mano.

Él no se dio cuenta, pero tal acto solo hizo que Jake dirigiera la vista hacia él.

¿Por qué había algo que lo llamaba?

¿Sunghoon también escuchaba como en su cabeza se prendían como cinco alarmas en ese momento?

Había algo en ese chico, que solo le gritaba "Acércate", "Conócelo" ,"Se su amigo", "Se ve interesante". Pero otra siempre le recordaba que no era bueno que su curiosidad ganara un partido que no esta jugando.

La curiosidad mato algo decían, bueno, a Jake la curiosidad le trajo peores cosas.

— ¿P-Podemos hablar de lo que paso en el gimnasio? —preguntó colocando el botiquín junto a Hoon en la camilla. Lo abrió empezando a sacar las cosas de ella para poder buscar los apósitos y agua oxigenada—Supongo que no es algo lindo...

— Lindo... —repite el menor con gracia dejando salir una risita— No pretendían que sea lindo, ellos buscan que les hagan caso en lo que dicten, sino terminaran como yo —contestó mirando lo concentrado que estaba en colocar un par de botes pequeños  de líquidos que no pudo percibir de que se trataban, arriba de una de las charolas que tenían el carrito donde se colocaban las cosas medicas.

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⏰ Última actualización: Apr 24 ⏰

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𝐀𝐂𝐑𝐎𝐌𝐀𝐓𝐎𝐏𝐒𝐈𝐀•| JakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora