El Lee y los Seo | YangHenXiao

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La parte más emocionante fue llevarse a Chenle a casa, John y Donghyuck les habían ofrecido que podían quedarse con ellos al menos un par de meses para poder apoyarlos con el bebé, porque si bien Renjun tenía su baja por maternidad, Jeno solo podría quedarse con él dos semanas antes de empezar a trabajar de nuevo. Sería mucho para él solo.

Así que se habían instalado en una amplia habitación del tercer nivel, tenían su propio baño, unos sofás, televisión y aún quedaba espacio para la cuna. Los chicos habían ayudado a llevar las cosas de ambos mientras Jeno subía lentamente con Renjun y Donghyuck, que caminaba detrás de ellos arrullaba al bebé suavemente. Los esposos Seo habían temido que de cierta forma su decisión pudiera hacer sentir incómodos a sus hijos —más que todos los mellizos—, pero, para sorpresa de ambos, Hendery y Xiaojun se habían mostrado felices con la idea.

Aunque el más encantado era Yangyang, su hijo mayor estaba siempre pendiente de ellos, llevándole meriendas a Renjun y cuidando a su pequeño hermano para que pudieran dormir un poco. Había aprendido a cambiar pañales, ¡él incluso le había cambiado la ropa del bebé un par de veces! siempre había sido un chico dulce con los más pequeños y verlo con un bebé volvía a sus padres melancólicos y a sus hermanos curiosos, porque si bien, Hendery y Xiaojun estaba igual de pendientes y era normal que los tres estuvieran ahí por horas, seguían moviéndose extraños alrededor de la pequeña familia Lee.

—Siento que me muero. —siseo Hendery, que era aplastado por su mellizo, respiró escandalosamente por la boca fingiendo ahogarse pero Xiaojun no se movió, seguía acostado encima de él con sus ojos cerrados—. ¿estás bien? —preguntó está vez, pasando una mano por su cabello.

—Umhm... no. —sinceró, empujándose con sus pies hacía arriba, para quedar más cerca, su rostro se escondió en su cuello— ¿cómo estás tu?

Hendery sonrió, desde lo ocurrido en su mortuus diem acordaron ser totalmente sinceros entre ellos dos, Yangyang desde siempre había sido totalmente transparecente (claro, exceptuando su relación secreta) así que ellos son los que debían dar ese paso, fue difícil porque ambos habían guardado tanto y se habían hecho mucho daño pero estaban dispuestos a intentarlo.

Pero, conforme fueron abriéndose más al contrario, lo sintieron como un acto liberador, un peso se había ido de los hombros de ambos, se sentían más tranquilos y las asperezas que aún podrían quedar se fueron limando poco a poco conforme fueron pasando los días.

Ahora podían decirse las cosas tranquilamente, ser sinceros con su Hyung y pedirle si podía pasar esa tarde con ellos y ver una película o salir por un postre y conversar en el parque. El temor que tenían de ser rechazado o dejado a un lado por Yangyang se había disipado, al final, comprendieron que el corazón de su hermano era tan grande que tenia amor y espacio para todos. 

Y aunque Xiaojun sabía que podía hablar de todo con su hyung, estaba seguro de que había un tema en específico que debía tratar únicamente con Hendery, con su otra mitad.

—Creo que me siento un poco cansado. —murmuró Hendery, viendo hacia el techo— o decepcionado, aún lo estoy decidiendo.

—¿Te siguió llamando?

—Si, pero sé que no tanto como a ti. —el contrario sonrió de manera floja, pasando un mechón de su cabello al otro lado, Xiaojun se encogió un poco ante sus palabras— No lo decía por eso, esta bien... no puedo obligarlo a que me quiera y creo que es mejor tener las cartas claras a seguir avergonzadome, además, es nuestro amigo.

Xiaojun puchero, abrazándose más a su pecho— Y es un idiota.

—Ni tanto, le gusta alguien muy lindo.