capitulo 16

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Al día siguiente todos los campistas estaban trabajando arreglando los daños causados la noche anterior, por mi parte quise ir a ayudarlos pero los chicos no me dejaron, decían que aún tenía que descansar y que no me preocupara por nada, fácil de decir.

Ya tenía más de dos horas recostada en mi cama y me sentía aburrida, así que decidí salir a dar una vuelta un rato, total, aunque quisiera ayudar nadie me lo permita.

Salí de la cabaña con dirección hacia la playa, suponía que por el momento no habría campistas y quería estar sola, como lo pensé la playa estaba desierta, me quite los zapatos y doble mi pantalón, normalmente no usaba shorts, me resultan muy incómodo.

Camine por la orilla sintiendo el agua llegar hasta mis tobillos, era una sensación única, era como sentirme libre, en paz y tranquilidad hasta que…

Nico: ¿no debería estar descansando? – pregunto unos metros detrás de mi.

Nidia: ¿ Y tú no deberías estar ayudando? – respondí aun dándole la espalda.

Nico: ya he hecho lo que me corresponde.

Nidia: y yo ya me he cansado de no hacer nada – conteste dando vuelta para mirarlo.

Nico: sabes que Percy se preocupara si no te encuentra en tu cabaña ¿Verdad?

Nidia: si, lo sé, pero creo que entenderá que me aburrí de estar sola en ella – volví a retomar mi camino por la orilla del mar – quisiera poder salir del campamento aunque fuera por unas horas – susurré.

Nico: Ven – después de un pequeño silencio Nico me tomo de la mano y me guio hasta el bosque, paramos debajo de un árbol – agárrame fuerte y por ningún motivo me vallas a soltar – lo mire algo confundida, no sabía lo que tenía planeado hacer así que solo me límite a mirarlo.

Nico esperaba a que yo hiciera algún movimiento pero solo me limitaba a mirarlo interrogante, como no acataba a su petición se acerco tomándome fuertemente por la cintura y sin más una nube negra nos envolvió a ambos.

Pude sentir la misma sensación de la ves en la que las arpías nos quería como bocadillo, algo me tomo del hombro exaltándome y haciendo que cerrara los ojos y abrazara con fuerza el torso de Nico.

Las sombras dejaron de rodearnos después de unos cuantos segundos, despegue lentamente mi rostro del cuerpo de Nico mirado el lugar en el que nos encontrábamos, no estaba muy segura pero parecía que nos encontrábamos en el puente Bow Bridge en Central Park.

Levanté un poco mi cabeza para poder mira a Nico ya que era un poco más alto que yo, tenía los ojos cerrados y se sostenía con fuerza de mi, parecía estar mareado y no dudaba en qué estaba en lo correcto.

Nidia: ¿te encuentras bien? – pregunté al ver qué no hacía nada

Nico: estoy mareado, solo eso – pasaron unos cuantos minutos hasta que Nico volvió a verse mejor.

Lentamente Nico me soltó de su agarre y comenzó a caminar dejándome hay parada, aún confundida por su acción lo seguí hasta llegar a la entrada de central park

Nidia: ¿Qué hacemos aquí? – le pregunté al llegar a su lado.

Nico: ¿no querías salir del campamento? – su pregunté me tomo por sorpresa.

Nidia: pues si, pero… ¿No es contra las reglas del campamento?

Nico: no creí que eso te importará – se encogió de hombros – si quieres te puedes regresar, yo tengo algunas cosas que hacer – contestó retomando su camino.

No tenía idea de que era lo que Nico tenía que hacer pero preferiría seguirlo en lugar de buscar la manera de regresar, afín de cuenta está era lo que quería, salir de hay.

Seguí a Nico unas cuantas calles admirando los escaparates de todo tienda que pasábamos, ropa, zapatos, joyas y más, todo muy lindo y llamativo.

Seguí caminando tras de él maravillada por todo lo que había a la vista, hasta que fui detenida por chocar con alguien más.

Frente a mi estaba un chico pelirrojo con grandes ojos azules mirándome preocupado, me quedé perdía admirando lo brillante que eran sus ojos.

Salí de mi transe cuando una mano fría toma la mía ayudándome a parame del suelo.

Nico me miraba con expresión fría y molesta, mire al chico quien aún parecía preocupado por lo ocurrido.

Xxx: disculpa, venía distraído mirando los edificios – hablo con voz grave.

Nico: deberías tener más cuidado – respondió.

Nidia: descuida Nico – le sonrió incomoda por su reacción –  no pasa nada, no hay por qué disculparse, de igual manera yo también venía distraída – el chico asistió conforme con mi respuesta.

Xxx: aún así me siento culpable por tirar a tan bella dama de esa manera – alago con sonrisa coqueta – permíteme invitarte un café como disculpa por mi torpeza.

Fruncí el seño extrañada por su propuesta, abri la boca para contestar pero Nico se me adelantó.

Nico: tenemos prisa, así que no podrá – y sin más me tomo de la mano tirando de mi lejos de hay.

Aún aturdida por lo sucedido deje que Nico nos guiará hasta parar frente a un edificio.

Nidia: ¿Que hacemos aquí? – pregunté mirando lo bello y elegante del lugar.

Nico: tengo un apartamento aquí, quiero recoger algunas cosas que llevaré al campamento – explico.

Nidia: es un lugar muy bello.

Nico: si, supongo que si.

Juntos caminamos hasta llegar a la recepción donde la recepcionista estaba cómodamente sentada ojeando una revista de cosméticos, Nico tocó la campaña llamado la atención de la chica quien rápidamente se acercó a atendernos.

Xxx: hola Nico, cuanto tiempo sin verte – saludo feliz por ver al chico.

Nico: hola Jessie, me darías la llave de mi apartamento – contestó distante.

Jessie: claro, un momento.

La chica que ahora se que se llama Jessie bajo la cabeza decepcionada, pero aún tenía una mira coqueta, lo mira de pies a cabeza mientras se relamía lo labio como si Nico fuera un paleta, sentí una sensación de nausea de solo verla, como podía hacer eso.

Me queje en voz baja tratando de retenes ese sentimiento, sabía perfectamente lo que es pero me negaba a admitirlo, Nico al parecer se dio cuenta de mi malestar ya que se acercó a mi, al parecer estaba preocupado.

Nico: ¿ Estás bien? – asentí bajando la cabeza avergonzada pero el me tomo de la barbilla obligándome a mirarlo.

Enserio parecía preocupado, sonreí tratando de tranquilizarlo y al parecer funcionó, me quede perdida mirando su hermosos ojos Negros, Nico tampoco se movía y pasaba su mirada por todo mi rostro, duramos así unos segundos hasta que un carraspeo de garganta nos interrumpió.

Jessie: perdón por arruinar su meloso momento pero aquí están las llaves – nos mostró las llaves en su mano, Jessie me miró con enojo pero a mí no me importo.

Nico: gracias – estiro la mano para tomarla pero ella la alejó antes de el pudiera siquiera tocarla.

Jessie: oye Nico, ¿cuando vamos a ir a esa cita que me prometiste? – pregunto mirándome con una sonrisa socarrona.

No saben cuántas ganas tenía de borrarle esa sonrisa.

El Ángel Del Mar (Nico Di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora