— ¿Puedes decirle a Olga que le pagaré el alquiler el mes que viene?
Mi padre estaba desempleado por lo que la pregunta se hacía con mucha frecuencia en el interior del departamento.
— Tengo que ir a estudiar, voy a llegar tarde si ella comienza a quejarse— respondí, me había quedado toda la noche repasando el último tema que vería con el tutor y la idea de soportar a aquella señora era la última cosa que quería.
— Pero es fin de semana, ve a hacerme el favor me duelen las piernas y creo que no podré levantarme en unas horas.
Mi padre no estaba discapacitado pero a veces actuaba como si se encontrara enfermo, la mayoría del tiempo que pasaba en la casa era en frente de la ventana. Los vecinos no lo reconocían cuando lo veían fuera. No salía hace cinco meses y su habitación olía a piel muerta, ropa usada y rodajas de limón. Quedarse con él era unirse a su estado depresivo y al mismo tiempo era un castigo, por lo que, salir a tomar mis tutorías era la única vía de escape que tenía.
El profesor de inglés de las siete sabía mi situación, un par de compañeras que me habían visto de casualidad a mediados de febrero caminando con mi padre le contaron que yo era hijo de Pablo López. Desde ese día algunos practicantes comenzaron a propagar rumores que resultaron ser más ciertos de lo que hubiera deseado. "Es el hijo del actor Pablito López" "¿Ese viejo? ¿No estaba muerto?" "¡Es increíble el parecido que tiene con su padre en su juventud!", eran algunas de las cosas que escuchaba en los estrechos pasillos antes de entrar para tener las clases.
Los rumores eran ciertos, toda la generación de mi padre lo sabía y las hijas e hijos de esa generación también, estaban al tanto de mi padre porque sus propios progenitores lo habían amado y odiado en los años en los que era una celebridad prometedora.
Había llegado a ser un actor reconocido en 1997, por aquel tiempo tenía diecinueve años, era modelo de algunas marcas prestigiosas de Argentina e incluso había participado por tres años como un integrante de un grupo masculino. Su historia, era desgarradora, había sido abandonado por su madre en una caja de muñecas al frente de un hospital maternal y luego, fue adoptado por una de las enfermeras que lo habían cuidado. Y esto, a pesar de que había sido uno de los motivos por los que mi padre era una persona tan insegura respecto de sí mismo, cosechó millones de seguidores y en un suspiro aquel rastro del abandono fue la palanca que lo impulso al estrellato.
Los problemas comenzaron cuando el público se enteró que mi padre iba a tener un hijo y que no estaba casado. Yo había sido producto de una noche de sexo casual, cuando mi madre incursionaba en el modelaje y salía a escondidas a encontrarlo en las discotecas, pero eso nadie de afuera lo entendía. Podría decirse que fue cancelado y expuesto frente a las cámaras tan pronto como se descubrió que mi madre estaba embarazada. El perdió su trabajo y ella dejó de trabajar por el bulto de su vientre y ya nadie se acordó de la historia de abandono de mi padre.
No voy a culparlo por lo que sucedió, él lo tenía todo pero era muy tonto como para aprovechar el beneficio que le había dado la vida. Yo en cambio, era diferente, podíamos lucir como dos gotas de agua, pero conservaba algo que a mi padre le había faltado por exceso de reconocimiento, era inteligente.
Desde la muerte de mi madre, había decidido que mi padre no sería una carga para mí y que él a la fuerza debía de hacerse responsable del hijo que trajo al mundo. Luego de un par de discusiones llegamos a un arreglo, si yo podía terminar el instituto con el mejor promedio él contactaría a un par de amigos que tenían cierta influencia en el campo escolar para ingresar a la Universidad de Barrionuevo.
Nadie me aseguraba que algunos de esos desconocidos escucharían a mi padre, pero al mismo tiempo, también sabía que él conocía algunas cosas sucias que aquellos hombres habían hecho, por lo que tendrían que ayudarlo a la fuerza. Con aquello en mente, estudié y tomé todos los cursos que me eran posibles, desde los básicos hasta los niveles expertos, no desperdiciaba un minuto incluso cuando llegaba al departamento y escuchaba como del otro lado lloraba. No tenía tiempo para prestarle atención a sus ataques de histeria, tampoco quería hablar con él sobre el tema.
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No quiero "que seas" Esteban x Luka
FanfictionLa imagen que tiene Esteban de otras clases sociales diferentes a la suya esta basada en un estereotipo frívolo y vacío del que siempre se ha burlado. Sin embargo, algo en el despierta el hambre de pertenecer a ellos, como si la simple razón de inte...