Supongo que no todas las princesas tienen un final feliz con su príncipe azul, crecí a base de cuentos en los que una dama, más concretamente una princesa estaba en peligro "constante" y solo podía salvarla su príncipe azul, Disney me engañó es cierto, lo reconozco, viví durante un largo tiempo esperando a que alguien llegase y me diese su beso de amor verdadero, pero cuando creí encontrarlo, resultó ser un lobo disfrazado de cordero, juré que no volvería a creer en el amor, pero no puedo cumplir ese juramento, no desde que ella apareció.
Una mujer hermosa de cabello castaño y ondulado, sonrisa perfecta, ojos color café y una altura de aproximadamente 1'70. Apareció en mi vida sin yo esperarlo, por casualidad un día, en la fila de una firma de la feria del libro de Madrid. Yo me encontraba leyendo aquel libro de poesía y ella se hallaba justo detrás de mí, me giré buscando a mi pareja en ese momento y me crucé con sus ojos color café.
Me impregné de su belleza, no pude evitarlo, me impresioné al ver su sonrisa aquel 31 de mayo de 2017 y de repente me salió así;
-Eres preciosa-he inmediatamente después de esas dos palabras me tapé rápidamente la boca, me moría de vergüenza, ni lo pensé, lo dije sin darme cuenta.
-Gracias-se rio-, tú también eres preciosa.
-Perdona, es que ni lo he pensado al decirlo, no quería parecer... ¿Descortés?
-No te preocupes, se nota que lo has hecho sin pensar, cuando te has tapado rápidamente la boca-me sonrió-, pero para la próxima vez que te pase intenta poder decir tu nombre primero.-Y automáticamente me reí.
-Tienes razón, lo siento, me llamo Lilith.
-Encantada Lilith, yo soy Meritxell.
Nos estrechamos la mano y comenzamos a hablar hasta que comenzó la firma, podríamos haber seguido hablando durante horas, pero cuando Miguel Gane nos firmó se terminó nuestro encuentro, según me firmó a mí, llamé a mi pareja para localizarla y comencé a alejarme de aquel lugar, pero a los pocos minutos de haber emprendido mi camino una mano me agarró de la muñeca y me impidió seguir caminando, era ella, no me esperaba que saliese detrás de mí, sin embargo lo había hecho.
-Me podrías dar tú número de teléfono, y a lo mejor-me sonrió y se retiró el pelo de la cara-, no sé, podríamos quedar algún día.
-Ah, sí, por supuesto.
Nos intercambiamos los números de teléfono, pero realmente nunca nos volvimos a escribir.
Un año después volví al mismo lugar donde la conocí, pero está vez yo ya no tenía pareja, por desgracia ella no se encontraba allí, supongo que hubiese sido prácticamente un milagro que eso ocurriese.
Desde que la conocí no puede sacarla de mi cabeza, estaba día y noche pensando en su sonrisa, en sus ojos y hasta en su nariz, por raro que parezca, pensé en escribirla varias veces y nunca me animé.
Hasta que pasó, una noche en mitad de la madrugada, me despertó el sonido de un mensaje y con las legañas en los ojos, y aún dormida lo vi, Meritxell me había mandado un WhatsApp
<<Hola guapa, ¿te acuerdas de mí?>>.
Y yo no daba crédito a lo que mis ojos estaban viendo, e hice un esfuerzo contra todo el sueño que tenía y respondí;
<< ¿Cómo no iba a acordarme de ti? >>
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Cuestión de dos.
Teen FictionA veces el amor, no es como una se espera, esta es la historia de Lilith y Meritxell.