❝HAS GANADO UNA GRAN ENEMIGA.❞
Ari no podía ocultar su decepción después de que Aladdín jamás se presentó a su cita. En verdad quería conocer al joven, pero de igual forma entendía que las cosas pasaban por algo, quizá no era el indicado para su vida.
Cómo hubieran sido las cosas ella se encontraba mejor. Se encontraba desayunando junto a su padre y hermana en la terraza del palacio.
Aunque en realidad ella estaba más entretenida leyendo un libro del Nuevo mundo que había comprado en el bazar (ya que se había vuelto a escapar).
Cuando estaba decidida a comer al fin, justo cuando iba a tomar su cuchara, está cayó debido a que había ocurrido una especie de micro temblor.
Alzó su vista y notó que su padre y hermana también lo habían sentido.
La intriga los hizo pararse y acercarse a un balcón para ver que sucedía, puesto que cada vez se sentían más fuertes.
Vieron como en la entrada a su ciudad entraban personas con diferentes trajes, banderas, regalos etc. Estaban haciendo un desfile.¡¡¡Gloria al Príncipe Alí!!!
¡¡¡Viva, el Príncipe Alí!!!Abran camino en el gran bazar
Hey tú, una estrella verán pasar
¿Quién es el primero que lo va a admirar?Mira, viene ya, tambores tocar
Todos lo adorarán
Principe Alí, honor a ti
Alí Ababua
Y a sus pies
Póstrense bien
Quédense ahíUn señor de tez oscura, traje exótico y una cola de caballo se encargaba de presentar al príncipe que había llegado sin anunciar.
Felices admirarán
Con respetuoso Salaam
Su séquito es sensacional, sin mentirPrincipe Alí, reinas aquí
Alí Ababua
Es más fuerte que diez hombres del visirArabella estaba a punto de irse, no estaba de humor para tener que fingir ante un nuevo pretendiente para su hermana, no quería. Naimiri la paró y la colocó a su lado. Usó a Rinhar y a Rahjar para que bloquearan su camino, obligándola a quedarse.
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⁴ ₳Ɍ₳ɃɆⱠⱠ₳ ༒ 🅰🅻🅰🅳🅳🅸🅽
Fanfic₳Ɍ₳ɃɆⱠⱠ₳: beautiful altar ⚜️˚. ✩ * . ✫ ◌ੈ✩‧₊° ✧*̩ ⋆̣ ̩☽⋆゜ ⋆. Si le preguntabas a una persona quien era Arabella todos sabrían decírtelo sin titubear. Era la hija adoptiva (algo alocada) del sultán. No muchos sabían su origen, solo el propio sult...