El misterio de la Mansión Williams

Prologo

Todo en esa mansión gritaba peligro; desde los cuadros que colgaban en las paredes, hasta los muebles antiguos que solo eran objetos inofensivos. Cada cosa de aquella mansión te decía que no era un lugar confiable, hasta lo que pensabas que era solo un objeto cualquiera.

En el pequeño pueblo todos le temían a la mansión, ya que todas las noches se escuchaban gritos como si estuvieran torturando personas; por eso después de las diez de la noche nadie salía de su casa, esa era la hora de las desapariciones, cuando alguien desaparecía nunca mas lo volvían a ver, como si la tierra se lo hubiera tragado.

Todos los que se mudaban cerca de esa mansión se alejaban por el miedo, no querían que algo malo les ocurriera. Algo como lo que me ocurrió a mi; estuve tan entusiasmada por ver como era la mansión Williams por dentro que nunca pensé en que lo que ocurriría después me estaría torturando durante toda la vida. 

Mientras todos los demás veían cosas extrañas en la mansión, yo veía misterio y me imaginaba cosas maravillosas que podían estar dentro de aquella mansión. Estaba tan obsesionada con ella, que nunca pensé que lo que descubriría seria el final de mi libertad, lo que me haría perder mi alma y solo me dejaría muerta en vida.

Si algo aprendí en todo este tiempo fue que no debo entrometerme en lo que no me importa, y que mucho menos, debo creerle a un chico desconocido por mas que despierte mi curiosidad.

Hagas lo que hagas no creas en nada de lo que te diga, el no es bueno, no dejes que esos ojos verdes te engañen. No confíes en el chico de ojos esmeralda, solo por querer descubrir... El misterio de la mansión Williams.