ㅡY... ¿Qué te parece este lugar?ㅡpreguntó Sunoo antes de tomar un sorbo del jugo que Ni-ki le había dado.
Luego de pasar un buen rato acomodando las cosas de Ni-ki, decidieron tomar un leve descanso sin darse cuenta de que ya pasaban de las seis de la tarde, así que el mayor se había ofrecido para preparar algo de comer a lo que Sunoo aceptó amablemente.
Riki se encontraba en la cocina preparando pasta mientras que Sunoo lo miraba desde el desayunador con el vaso de jugo que le habían ofrecido hace un rato en lo que la comida estaba lista.
ㅡEs... Interesanteㅡle dijo al menor con una leve sonrisaㅡEspero no tener problemas como en mi antiguo apartamento.
ㅡ¿Tuviste problemas con tus vecinos?ㅡpreguntó con curiosidad Sunoo, no quería un vecino problemático, aunque ya era muy tarde para pensar algo como eso cuando se encontraba en su cocina tomando jugo.
ㅡYo con ellos no, pero ellos conmigo siㅡrespondió, sirviendo en dos platos lo que acababa de cocinarㅡInventaron cosas sobre mi y esparcieron rumores muy raros tambiénㅡempezó a reír ante el recuerdo, al menos ya se había mudado.
Sunoo sonrió al ver la bonita sonrisa de Ni-ki, pensando en que era un chico realmente agradable y no parecía ser malo, solo un chico de su edad que vive solo, justo como él.
ㅡEntiendo, suelen pasar cosas así aunque a mi nunca me ha pasadoㅡrió, llevando un bocado de comida a su boca, sintiéndose realmente encantado con el sabor de ésta.
Aparte de guapo y agradable, es buen cocinero.
ㅡ¿Qué te parece? ¿Sabe bien?ㅡpreguntó con brillo en sus ojos el mayor, mirando la expresión del menor que era de pura satisfacción.
ㅡEs increíbleㅡrespondió, levantado su pulgar en señal de aprobación.
ㅡGenial, puedes venir a comer cuando quierasㅡsoltó Riki regresando su mirada al plato de comida frente a él, eso había salido sin querer y esperaba que Sunoo no lo malinterpretara.
ㅡClaro que si. Aunque es un poco descortés de mi parte ya que tú eres el nuevo.
ㅡMe gustan los dulces, así que cualquier dulce será suficiente.
ㅡEs bueno saberloㅡsonrió amable el menor.
La química entre ambos había sido inmediata, pero Sunoo no tenía ojos para nadie más que no sea Sunghoon a pesar de que toda la situación sea extraña, su corazón latía cada día por Sunghoon. Y por más guapo que su vecino le pareciera, no dejaba de querer estar en los brazos de su novio.
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