CAPITULO 27

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Recostada en mi cama pienso en todo lo que ha pasado, como todo ha cambiado de un día para el otro. Siempre pensé que no habría dolores fuertes en el corazón, pero lo hubo. Mis amigos causaron un gran dolor en mi corazón, como también una gran decepción. Todo se derrumbó, pero siempre estuvo esa personita que me sostiene en todo momento, que está conmigo siempre.

—¿Señorita Maya? —la voz de la misma chica que me entrego el vestido de Thiago hace que me despierte de mis pensamientos.

—Adelante—digo mientras me incorporo. La veo entrar, pero solo se queda parada a unos pasos de la puerta.

—Disculpe que la moleste, pero hay una señorita en la sala pidiendo hablar con usted.

—¿Sabes quién es? —pregunto perdida. Si fuera Mili ya me habría avisado.

—No recuerdo su nombre, pero viene a menudo con el joven Dalexander—explica, no hace falta ser adivino para saber de quién se trata.

—Está bien, ahora bajo—ella asiente y se retira de mi habitación. Me levanto completamente y me dirijo hacia el primer piso.

Creo que ella escucha mis pasos, porque antes de llegar a la sala la veo ponerse de pie.

—Hola—saluda nerviosa.

—Alay—mi voz sale neutra, lo cual me sorprende. Pero verla me hace recordar lo que ha pasado, no puedo negar que verla me provoca incomodidad.

—¿Podemos hablar?

—¿Sobre?

—Tu compromiso y Dereck—eso me trae un mal sabor de boca.

—No creo que tengamos nada de qué hablar sobre él y mi compromiso.

—Es tu... —duda en seguir.

—Es mi amigo—completo por ella—Si te sientes mal por lo que paso, que sea por Dalex, pero no por mí. Dereck y yo no tuvimos nada.

—Pero... se notaba a kilómetros

—Te confundiste—nos quedamos en silencio, al sentirme incomoda decido volver hablar—Si no hay otro tema que nos competa me retiro.

—No te cases—volteo a verla sorprendida e incrédula por partes iguales.

—¿Disculpa?

—Te estas casando por lo que te enteraste ¿verdad? —su mirada refleja desesperación, ni siquiera me deja hablar cuando continúa: —Mira... sé que quizás todo este fuera de contexto, pero no le hagas esto a Dereck.

—¿Qué le estoy haciendo según tú? —cuestiono perdida.

—Lo estas lastimando... Él te quiere, de verdad que lo hace. Lo que paso en realidad entre Dereck y yo...fue que, si nos besamos, pero no cuando...

—Detente—pido—Lo que haya pasado entre Dereck y tú les compete a los dos y a mi hermano, a él es a quien tienen que darle explicaciones. A mí no.

—Tu también tienes algo que ver en esto.

—No, no tengo nada que ver con ustedes.

—¡Claro que sí! Maya tu eres...

—¡Por favor, detente! —pido desesperada con los ojos cristalinos, no quiero seguir escuchando—Por favor—susurro esto último.

—¡Es que Maya enserio...!

—¡Detente! —grito tratando de calmarme.

—¡Es suficiente! —la voz de mamá la sorprende, porque mira hacia otro lado. Mientras yo sigo tratando de calmarme—¿Qué pasa? —pregunta dulcemente, sus manos acariciando mis brazos delicadamente.

Otoño (Saga Estaciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora