34.-

234 21 1
                                    

POV Ada:

Después de esa charla con las chicas, bajamos de la terraza riendo a carcajadas. Nuestras risas fueron interrumpidas por Bora bey, su respiración estaba un poco acelerada y su rostro reflejaba preocupación.

—¡Ada! — habló con un tono serio y furioso, se acercó hasta dónde estaba y se plantó enfrente de mí —¿Dónde estuviste? Tardaste más de una hora — replicó

Tragué saliva y miré a las chicas. Gizem inclinó su cabeza para que hablara, pero sabía que no era el momento indicado para decirle la verdad a Bora bey.

— Estuve en la terraza con Gizem y Selin. Hablábamos tan bien que perdí la noción del tiempo, lo siento — respondí, nerviosa.

Sonreí nerviosa y Bora bey arqueó sus cejas. Aunque no miré a las chicas, sabía que sus gestos no eran de satisfacción. Pude notar como Gizem se llevaba una mano a su frente y Selin se cruzaba de manos, mientras negaba con la cabeza.

Bora bey nos miró a las tres confundido y acto seguido, acomodó su saco.

— Ya no importa. Surgió un problema y necesito que me ayudes; mi madre me habló para decirme que Elif se escapó de casa y no saben dónde está — habló por fin, Bora bey.

—¿Elif, qué? — le preguntó Gizem, alterada.

Abrí los ojos sorprendida y a la vez preocupada. Ambos comenzaron a discutir, mientras yo seguía en shock; mi teléfono comenzó a vibrar, volviéndome en sí.

Lo saqué del bolsillo trasero de mis pantalones y miré de quién se trataba la llamada. Mi tía Yasemin me envío un mensaje y sonreí.

— No hace falta buscarla en ninguna parte. Sé dónde está la princesa — capté la atención de Bora bey y Gizem.

Ellos se quedaron callados, mirándome confundidos.

...

Abrí la puerta de mi departamento y entramos casi corriendo. El señor Zafer, mis tías y mi tío estaban en la cocina junto a Elif, quién comía un plato de cereal.

Bora bey corrió a abrazarla, al igual que Gizem. Elif se separó de ellos y me miró con una sonrisa, me agaché a su altura y me abrazó.

— Pensé que no te volvería a ver — Elif cerró sus ojitos mientras me abrazaba

La abracé con fuerza y sonreí.
—¿Por qué dices eso? — le pregunté confundida

— No te había visto desde que preparamos el panqueque de naranja. Después de ese día, no volviste a casa, pensé que ya no querrías ser mi amiga y vine a buscarte — respondió Elif, separándose de mí.

Miré a Bora bey y él simplemente desvió la mirada. Esa noche, había pasado de todo. No se lo conté a Selin, y mucho menos a Gizem; en realidad, no sé qué me pasaba.

Había estado cocinando con Elif un panqueque, pero ella quedó exhausta y se durmió antes de comer. Desde hace unos días, había notado a Bora Bey un poco distante de mí, para ser sincera, desde la fiesta de Elif.

Esa noche, después de meter el panqueque al horno y darme cuenta de que Elif se había quedado dormida, Bora bey apareció en la cocina. Quizá fue por un vaso de agua, pero al verme ahí, me observó confundido.

El tío Zafer y la señora Belma habían salido a cenar, así que me quede cuidando a Elif. Volviendo al inicio, Bora bey se acercó a mí confundido.

—¿Qué haces aquí? — me preguntó

Sonreí — Cuido de Elif, el tío Zafer salió junto a la señora Belma — respondí, lo más normal a una pregunta "normal".

Él enarcó una ceja y miró a su alrededor.
— Pensé que Gizem estaba en casa, cuidando de Elif — respondió, sus palabras eran frías y cortantes.

Lo dijo cómo si yo no importara, de verdad tenía miedo de perder mi trabajo y aún lo sentía, aunque en realidad no sabía que mal había hecho.

— Gizem tuvo que salir de emergencia, dijo qué tal vez no llegaría hoy — respondí

Bora bey asintió y rodó los ojos con disgusto. Se dió la vuelta y comenzó a caminar hasta la salida de la cocina. Las dudas me carcomían y era el momento indicado para hablar.

—¿Qué hice? — solté de golpe

Bora bey se detuvo y se dió la vuelta, me miró confundido y volví a preguntar.

— ¿Qué hice para que me hable de esa manera, o se comporte así conmigo?

Esta vez, el enojo y la desesperación se reflejaba en mis ojos. En mi garganta había un nudo que no me dejaba hablar con normalidad. Sin embargo, él no respondió.

— Cada que estoy con usted, me siento como si no fuera importante, como un estorbo. Sé que todo empezó mal entre nosotros, el contrato, el video, el secreto que tenemos, pero hasta ahora he tratado de hacer un buen trabajo — respondí, agobiada.

Bora bey bajó la mirada y se acercó a mí con desesperación.

—¿Quieres saber por qué?
— Si.

— Porque te estás metiendo demasiado en mi vida, Ada. Todo el tiempo estas cerca de mí y no puedo con eso — me miró fijamente a los ojos

— Usted dijo que tenía que dormirme después de que usted durmiera y estar antes de que usted despierte — respondí enojada

Bora bey puso sus manos en la mesa del lavabo, dejándome sin escapatoria. Estaba demasiado cerca de mí y podía sentir su respiración pegar cerca de mi rostro.

— Lo dije, pero ya no lo quiero. ¿Entiendes?

Me miró fijamente y asentí. Sus labios estaban cerca de los míos, sonará tonto pero podía sentir su corazón cerca del mío. Sus ojos bajaron a mis labios y yo hice lo mismo.

Juro que si el timbre del horno no sonaba en ese momento, no sabría que hubiera pasado después.

— No quiero regresar a casa sino viene Ada conmigo — dijo Elif, sacándome de mi cabeza.

El tío Zafer miró a mi tía Nergis y yo sonreí, mientras abrazaba a Elif. Bora bey estaba callado y muy serio.

— Creo que tenemos una habitación disponible en casa, para invitados especiales. Si la tía Nergis acepta prestarnos a Ada un periodo de tiempo — habló Gizem con una sonrisa

Abrí los ojos completamente, Selin abrió la boca divertida y Bora bey fulminó a Gizem con la mirada. Si la mirada matara, Gizem estaría enterrada en estos momentos, 5 metros bajo tierra.

— Por mi no hay problema si Ada acepta, todo por la felicidad de Elif — respondió mi tía Nergis con una sonrisa

La verdad, si me sorprendió de ella. Siempre ha teñido controlada mi vida, que su respuesta me dejó desconcertada. Observé a Bora Bey, estaba derrotado.

— Acepto — dije con una sonrisa de labios cerrados.

Elif festejó y chocó las palmas con su tía Gizem. Por primera vez desde que conozco a Bora bey, él me miró diferente. Una mirada que no podía entender, ni explicar.

Podría decir que noté: satisfacción, felicidad y alivio en sus ojos.

O solo me lo estoy imaginando.

***
Nota: Vamos a darle un giro a esta historia...por cierto, voy a estar subiendo un capítulo semanal, no me ha dado mucho tiempo de escribir por algunos trámites que estoy realizando y algunos proyectos que tengo a la puerta.

Se viene una sorpresa referente a esta historia y En Otra Vida, aver si les gusta.

Estoy acomodando todo para que TODO cuadre ;)

Lxs amo muchooo <3

Date la vuelta | Baht Oyunu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora