-Sí, te puedo ver. Estás rodeado de caminantes. Esas son malas noticias.- Contestó Glenn.
-¿Hay buenas noticias?- Preguntó el ojiazul.
-No.- Contestó el asiático.
-Escucha, quien quiera que seas, no me importa decirte que estoy algo preocupado.- Dijo Rick.
-¡Ay! Hombre, deberías verlo desde aquí. Te descontrolarías totalmente.- Informó Glenn.
-¿Algún consejo?- Preguntó Rick.
-Sí, yo diría que corrieras.- Contestó Glenn.
-¿Eso? ¿Correr?- Preguntó Rick.
-No es tan tonto como parece. Aquí afuera tienes ojos. Aún hay un cretino sobre el tanque, pero los otros ya bajaron y comen frenéticamente donde cayó el caballo. ¿Me entiendes?- Dijo Glenn.
-Te entiendo.- Dijo Rick rápidamente.
-Okay, en la calle al otro lado del tanque hay menos de ellos. Tendrás una oportunidad si te mueves ahora que están distraídos. ¿Tienes municiones?-
-En la bolsa que se me cayó hay armas. ¿Puedo llegar a ella?- Preguntó Rick.
-Olvídate de la bolsa, no es una opción. ¿Qué tienes contigo?-
-Espera.- Dijo Rick.
Pasaron unos segundos y Rick volvió a la línea.
-Tengo una Baretta con un cargador, 15 tiros.- Informó Rick.
-Hazlos valer. Salta hacia la derecha del tanque, continúa en esa dirección.- Dijo Glenn. -Arriba hay un callejón, a unos 45 metros. Llega.-
-Oye, ¿Cuál es tu nombre?- Preguntó Rick.
-¿Escuchaste? Se te acaba el tiempo.- Dijo Glenn.
A los segundos Rick salió del tanque, y poco después comenzó a disparar mientras avanzaba hasta llegar al callejón.
-¡No! ¡No muerto! ¡Vamos! ¡Vamos!- Gritó Glenn adentrándose al callejón siendo seguido por Rick.
