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Kakucho caminaba solo a la escuela. Se siente triste y deprimido, odiaba el pueblo donde vivía.

Hace poco, sus mejores amigos había desaparecido, en el bosque.

Mira los carteles de se busca en los postes y solo se muerde el labio con frustración. Sus ojos se cristalizan con lagrimas, pero camina hacia la escuela con dolor en el pecho.

Takemichi y Draken, los extrañaba. Pero el jodido bosque se los había tragado. Esas jodidas criaturas en el bosque.

Se sentía tan solo, eran las personas más cercanas que tenía y de repente se los habían arrebatado. La muerte de su padre le había dolido y ellos fueron su mayor apoyo.

—"Odio este jodido pueblo"—piensa mirando al cielo.

•••

Okay, esto estaba mal, demasiado mal. ¿En que pensaba al estar parado en la maldita entrada del maldito bosque?

Fue una decisión bastante apresurada y llena de estupidez adolescente. Sólo quería ver a sus amigos otra vez, ya sea vivo o muerto. No le importaba morir o vivir si estaba tan solo.

Solo quería acabar con eso.

—"Bueno Kakucho, definitivamente eres un idiota"— Pensó y puso un pie dentro de los límites del bosque.

Tembló un poco, pero al ver que no paso nada en el momento se relajo, pero no mucho. Comenzó a caminar lentamente y encendió su linterna. Soltó un suspiro tembloroso mientras miraba algo aterrado a su al rededor.

Después de unos minutos de seguir el sendero pequeño de tierra encontró un claro con un pequeño lago en el centro. Era hermoso, le encantaba la vista y el reflejo de la luna en el cabello blanco del chico que estaba sentado junto al agua.

...

Espera, ¿Chico?.

Suelta un chillido del susto cuando ve la peculiar cola de serpiente que tenia el chico.

El sujeto lo voltea a ver y sonríe en grande. Quiere correr, quiere gritar, pero el miedo se lo impide y termina callendo sentado en el suelo por por shock.

Su corazón late muy fuerte cuando ve la manera tan agraciada e hipnótica en la que el chico se le acerca. Le duele el estómago por el miedo.

—¡Ah!, si llegaste— le sonrio el chico cuando se acercó lo suficiente a su cara.

Kakucho solo cae desmayado.

—Oh, oh— se queja medio nervioso y carga al chico en sus brazos—Shin me va a matar.

Y comienza a llevar a Kakucho hasta su aldea.

—¡Izana!, ¡Lo mataste!— grita horrorizada su hermana pequeña.

—No, solo le asustamos— murmuró algo incómodo.

—Oh, su padre, ¿no?.

—Si— Izana guardo silencio mientras lo llevaba a su cabaña.— Permiso Emma-chan.

•••

—Era Kakucho, lo juro Draken-kun, yo lo vi, Izana-san lo cargaba hacia su cabaña— contaba exaltado el rubio al alto de trenza.

El Misterio De Un Bosque- Kakuiza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora