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My other half | 1

Si alguien alguna vez le preguntara acerca de las almas gemelas, Peter probablemente admitiría, aunque de mala gana, que le gustaba el romanticismo inherente detrás de esto.

Si tuviera en cuenta el hecho de que sus padres no eran almas gemelas reales, y la mayoría de sus recuerdos ―los pocos recuerdos que aún tiene de ellos antes de que fallecieran en un trágico accidente aéreo cuando él tenía un par de año no eran los más bonitos de su clase― alguien pensaría que despreciaría la idea de un alma gemela.

Al principio, lo hizo.

Cuando era más joven, a Peter le repugnaba cualquier tipo de mención al respecto, la mera idea de que, en algún lugar, su alma gemela caminaba en la tierra. Respirando el mismo aire que él, existiendo al mismo tiempo que él. Alguien que estaba destinado a ser suyo para siempre, su otra mitad. Las almas gemelas fueron predicadas y representadas como el salvador de la humanidad. Una vez que alguien pudiera conocer a su alma gemela, todos los problemas dejarían de existir y la verdadera felicidad te encontraría a ti.

Por lo tanto, escondió su marca. Peter estaba seguro de usar siempre camisas de manga larga para ocultar la pequeña marca que adornaba el interior de su codo. La ubicación era bastante poco original, pero podía solucionarlo.

Sin embargo, los niños de su escuela pronto descubrieron que la estaba escondiendo a propósito. No le tomó mucho a alguien unir las piezas, porque nunca había conocido a nadie más en su vida que se avergonzara de la marca de su alma gemela. Todos a su alrededor llevaban sus marcas con orgullo, ostentándolas a diestra y siniestra como si fueran sus posesiones más preciadas.

Para algunas personas, lo era. Para Peter, era un recordatorio constante de su eventual desaparición, condenado por el universo, ya que no era apto para un alma gemela. Dudaba que alguien quisiera tenerlo, de todas las personas, como alma gemela, por lo que les hicieron un favor y se aseguraron de nunca revelar su marca a nadie.

Entonces, ella apareció en su vida. Mary Jane fue la persona que sacudió su mundo, cambiando toda su visión negativa de las almas gemelas. Fue amor a primera vista, y el primero de Peter, que pensó que sería el último también. Peter había creído firmemente que ella era su alma gemela, ya que no podía encontrar ninguna otra razón lógica para este sentimiento dentro de su pecho que lograba robarle el aliento cada vez que ponía sus ojos en ella.

La decepción que lo encontró cuando vio que su marca no coincidía con la suya lo destrozó. Devastado. La versión más joven de sí mismo estaba perdida. La única persona que Peter había pensado que sería para él, dándole un rayo de esperanza, no resultó ser suya para siempre.

Y entonces, ocurrió el incidente que cambió su vida. La picadura de esa araña lo transformó, convirtiéndolo en lo que era hoy: un trágico salvador y héroe. Alguien que se esforzó por hacer lo correcto lo mejor que pudo, compensando los errores del pasado.

Fue solo entonces que Peter entendió el significado detrás de la marca de su alma gemela; una pequeña forma negra que le recordaba a una araña. La ironía de esto era casi cómica, sinceramente.

Después de eso, tuvo casi poco o ningún tiempo y capacidad para pensar en almas gemelas. Durante algunos años, se olvidó de ellos por completo mientras luchaba por seguir adelante, por recordar quién era él, su propósito después de perder al tío Ben. Entonces, después de todo, la idea de las almas gemelas no le parecía tan importante ni tan desastrosa como antes. A medida que se curaba de su pérdida, también fue aceptando gradualmente el concepto de almas gemelas. Simplemente se convirtió en algo que simplemente era. No lo aborrecía, pero tampoco le encantaba la idea. Ser testigo del amor incondicional de la tía May por el tío Ben, incluso después de la muerte, fue una de las pocas cosas que lo hizo abrirse a la idea.