flowers . nishimura riki

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pasaron los días y llegó por fin el bendito sábado. estar cerca de riki hizo que me dé cuenta de que es una persona muy tranquila; solo habla cuando cree que es necesario y adora estar en silencio. aunque por otro lado, es muy ocurrente y artístico. me dijo que tiene una libreta donde dibuja personas que imagina cuando necesita liberar estrés y no está en su casa, porque cuando está allí se pone a cuidar a sus flores.

mientras pensaba en cómo iba a vestirme para ir a la casa de nishimura, mi vista se fijó en algo que estaba sobre mi escritorio. era aquella preciosa flor de origami que heeseung había hecho para mí.. cosa que me hizo recordar la conversación que tuvimos ayer.

─ no estás bien, hee... lo sé, lo noto porque me importas. ─ estábamos caminando hacia una cafetería a paso lento al salir de la escuela y quise aprovechar para hablarle de lo mal que lo veía, no había encontrado otro momento para hacerlo. ─ sabes que puedes hablar conmigo...

─ no junnie, no puedo. ─ frenó la caminata y yo hice lo mismo, retrocediendo algunos pasos para quedar a su lado. ─ tengo el corazón agrietado. cada vez que veo como le sonríes a riki quiero morir, tú nunca vas a sonreírme así. lo prefieres a él... ─ la nariz del mayor empezaba a ponerse roja, a la vez que sus ojos se cristalizaban. ─ simplemente necesito un tiempo para sanar... mi amor por tí siempre va a ser el mismo, pero necesito procesar el hecho de que la idea de que me correspondas no se va a dar... voy a estar en todas y cada una de las veces que me necesites, pero soy un humano junnie. ─ tomó mi mano y dejó un beso suave en mis nudillos. ─ nos vemos la semana que viene, linda. ─ me sonrió y llegué a ver como una lágrima se escapaba de su ojo antes de que empiece a caminar en dirección a su casa.

esta semana fue un completo sube y baja, claro que si. fui a ver a yunita a su casa casi todos los días luego de las clases, a veces no quería salir de su habitación. ver a yuna así me hizo comprender cómo se sentía heeseung también, no quería verlos sufrir de esa manera pero no tenía ningún control sobre la situación de ninguno, solo de la mía. no puedo salvar a ninguno de sus penas, solo puedo estar ahí mientras sanan sus heridas y les brindo todo el apoyo que merecen y necesitan.

ya no quería pensar en penas amorosas, debía concentrarme en mí ahora, más en ese momento porque se me estaba haciendo tarde y aún no me había vestido.

luego de estar algunos minutos pensando me terminé decidiendo por la ropa más cómoda que tenía en el armario; una remera grande y un pantalón enorme también. estar cómoda es la prioridad para mi. una vez que ya estaba lista, caminé hacia la casa de riki, solo eran unas pocas cuadras, llegué enseguida.

toqué el timbre que estaba en la puerta e inmediatamente un riki sonriente se hizo presente frente a mi. se agachó para envolverme entre sus brazos en un abrazo suave y me dejó pasar a la sala, luego llevándome por primera vez a su jardín.
lo primero que hice fue mirar el lugar en donde estaban las pequeñas flores blancas que riki dejaba en mi casillero, pero me emocioné al ver que ya no solamente estaban esas, sino que había muchos tipos de flores ahí.

"junnie's spot" decía un cartelito arriba de las plantitas que estaba mirando y no pude evitar sonreír.

─ esas flores las planté pensando en tí. ─ soltó el más alto. ─ haces florecer muchos sentimientos en mi interior, han junko.

no les puedo explicar lo que me dolió escribir lo que le dijo hee a junnie. <\3