IV: Sorpresa ¿doble?

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Chaewon.

Desde que era pequeña fui la melliza popular, coqueta y divertida. Mientras que mi hermana ella era la estudiosa, centrada y ejemplar. Con esto no estoy diciendo que una es mejor que la otra, no. A diferencia de muchas hermanas nosotras nos complementamos de una manera increíble.

En este momento ella no cree que yo, Im Chaewon, tenga una cita con Jung Hoseok.

– ¡No sé si sentir orgullo o envidia en este momento! – chilló mi hermana metida en el clóset (irónico, considerando que tuvo un sueño indecoroso con Dami Unnie), buscando algo "fuera de lo ordinario" y lucir "perfecta" para mi cita. - Ya quisiera que me invitara una cita también... - murmuró entre dientes, creyendo que no la había escuchado.

- ¿Seokjin Oppa?

- ¿Eh? - parpadeó varias veces como si regresara a la realidad - O-obviamente que Seokjin Oppa, si es perfecto. Has visto su cara tallada por los mismos dioses, sus brazos, sus labios, su vo-... ¿has escuchado su poderosa voz? Esa que, con solo escucharla, te hipnotiza cual canto de sirena... Tiene todo lo que deseo en un hombre, y más... - dijo rápidamente sin respirar. Había momentos en el que realmente me sorprendía la velocidad con la que hablaba, más si estaba nerviosa.

- ¿Me dirás qué soñaste con Dami Unnie? - desvié el tema repentinamente. Si hace un momento la reacción de Chaeah cuando se puso nerviosa y habló rápido fue parcialmente lo que esperaba, está vez si me tomó por sorpresa. Todo fue muy rápido, la camiseta que había en sus manos terminó en el suelo, el tic nervioso de girar el anillo que tenía en el dedo índice con el pulgar se hizo también presente. Si mi hermana perdía un tono más de color en su cara, creo que se desmayaría.

- ¿Su-sueño? ¿Qu-qué sueño? - Su tartamudeo me hizo levantar una ceja con curiosidad. - ¿Qué podría soñar yo con Bin Unnie? Nada, obviamente, así que deja de decir que soñé con ella porque podrías crear ideas equivocadas a quien te escuché, Chaewon. - señaló seriamente, a medida que hablaba su tono de voz cambiaba. Pasó de nerviosa a irritada para finalizar en la típica Chaeah mandona. Yo necesitaba saber que había soñado, era una necesidad.

- Está bien, - Levanté mis manos en rendición. - sigue buscando. - Le señalé el armario sonriente. Dejó escapar es un suspiro. Quien la viera toda nerviosa solo por un sueño.

En silencio la vi inclinarse un poco para recoger lo que había tirado con tanto nerviosismo, con lo que no contaba era que, por su intensa curiosidad, terminara de rodillas y rebuscara entre el desorden de ropa apilada en lo más recóndito del armario.

- Chaeahnnie, levántate o te dará alergia - Advertí mirándola levantar la ropa.

- ¿Y esto? - Susurró curiosa levantándose - ¿Has vuelto a dibujar?

- ¿Dibujar?

Había pasado algo de tiempo desde que dibujaba con inspiración, ahora solo lo hacía porque mis clases extracurriculares me lo exigían. La verdad es que dejé de dibujar porque solo había una sola imagen en mi cabeza que pedía a gritos ser plasmada en algún boceto, así que... No.

- Sí, dibujar - se giró dejándome ver qué había encontrado. No pude evitar que muchos flashes del porque no dibujaba a menos que fuese por obligación pasarán por mi cabeza. Sentí mis rodillas temblar por un momento, pero no, Im Chaewon no es ninguna débil. Abrió uno de mis cuadernos, el más personal; tuve que haberlo quemado, pero no, allí está mi curiosa hermanita ojeándolo con mucho interés.

Tienes que respirar Chaewon, ella no notará nada.

Solo son bocetos.

Algo totalmente normal cuando tu pasión es el dibujo, tranquila...

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