VII: Soulmates [pt. 2]

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Chaeah.

Hoy, otra vez, ese sueño volvió a hacer de las suyas, sin variante alguna. Los mismos gestos, la misma conversación y las mismas caricias seguían el hilo como si de una cinta cinematográfica se tratara, dónde ambas éramos las actrices principales de la trama.

Aunque, más allá de trama, realmente parece una película porno.

Palmeé mi cara con ambas manos para espabilarme. El último lugar en el que debía y podía fantasear ese sueño era en los vestidores; definitivamente ese sería el último lugar donde fantasearía o me enrollaría con Bin Unnie. Mejor dicho, ese lugar ni siquiera estaba en la lista de lugares donde podría tener una aventura de esas con Unnie.

Aquí el caso es que la que se está enrollando sola soy yo. Unnie ni siquiera sabe a ciencia cierta de esos sueños, y ni loca se los contaría. Me daría mucha vergüenza que Unnie se entere de lo desvergonzada que soy en ese sueño.

Debería darte vergüenza tan siquiera seguir soñando con Bin Unnie. Eres una cochina.

Basta, mapache, aquí la culpa es tuya por seguir rememorando ese sueño cada noche.

...

Eres una hipócrita, mapache.

Abrí mi casillero con un bufido, sintiendo que me saltaba la vena de la sien. Si tan solo pudiera dejar de pensar en esos besos, tal vez así pudiera dejar de tener ese sueño tan constante e insistente...

... E indecente...

Mi subconsciente no es de ayuda en ningún momento.

- ¿Sigues aquí? - Giré mi cabeza para encontrarme a Bin Unnie en ropa interior y una toalla secando su cabello. Inmediatamente mi cerebro tuvo un apagón. No era primera vez que la veía en ropa interior, pero no es sano verla exponiendo piel cuando tuve ese sueño.

- B-Bin Unnie... - Murmuré, no pude evitar pasar mi mirada por su cuerpo parcialmente desnudo.

- Pensé que estarías antes en tu clase electiva. - Dijo casualmente, secándose el pelo. - como son las dos de la tarde, asumí que hoy llegarías más temprano.

- ¡Lee Yubin Unnie! - Exclamé tomándole por sorpresa cuando mi cerebro salió del apagón y se dió cuenta que Unnie estaba en ropa interior frente a un montón de chicas cuyas orientaciones sexuales son dudosas en su mayoría. Tomé mi toalla y cerré el poco espacio que había entre nosotras para ir a cubrirla.

- ¿Qué haces?

- Lo mismo debería preguntarte, Unnie, ¿Por qué sales así?

- ¿Porque estamos en un vestidor de mujeres y es lo más normal andar en ropa interior? - Yo la fulminé, ¿Cómo que normal?

- No, Unnie, eso no es normal. "Normal" es ver a Namu babeando por JiU Unnie. - Dije mientras íbamos a su casillero, ella aún secando su cabello y yo tapándola con la toalla. - "Normal" es escuchar a Chaewon decir que es perfecta mientras se mira al espejo. "Normal" es que yo esté leyendo un libro y "Normal" es escucharte decir que los pandas son lindos. - Unnie me miró con una sonrisa mientras sacaba ropa limpia y comenzaba a vestirse. - Andar en ropa interior en un vestidor lleno de mujeres que en su mayoría no conoces no es normal. Nunca sabes quién puede estar mirándote pervertidamente.

- Claro, y que tú digas todo eso mientras llevas sólo una camisa puesta debe ser muy normal. - Dijo riendo ligeramente. Me miré las piernas y en efecto, andaba caminando sin pantalones. No lo voy a negar, mi cara enrojeció unos cinco tonos más. Bin Unnie alzó una ceja, sonriendo, mientras me quitaba la toalla de las manos y con su mano me apretaba las mejillas. - Eres un caso, baby. Lo normal es relativo. - que Bin Unnie diga eso cuando es una chica heteronormativa no me parece justo. Sobretodo porque yo soy la que anda babeando por ella.

UnnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora