VIII: Celos, malditos celos...

72 4 16
                                    

Dami:

Otra vez, me encontraba teniendo este sueño, este lindo sueño dónde aún no sabía quién era la persona que estaba conmigo.

Sencillamente volvía a aquel lugar, donde había una linda pradera amplia con flores y suave cesped. El cielo azul, nubes esponjosas a simple vista y el cantar de los pájaros como en un día de primavera, eran parte del escenario que se presentaba en mi cabeza.

Yo corría, jugando con alguien a quien consideraba realmente cercano, saltando ambos entre las flores con Into the new world de fondo como si fuera el OST de algún drama juvenil; me tiré al suelo, dando vueltas en el césped mientras reía y el sol primaveral me daba de lleno en la cara. La persona que estaba conmigo tapó el sol con su cabeza, a tiempo que yo me tapaba los ojos con las manos mientras sonreía.

Pude sentir que acariciaba mi cabello con dulzura, bajando suavemente hasta acariciar mis mejillas. También pude sentir la cara ligeramente caliente al percibir el dulce tacto sobre mi piel.

— Me haces cosquillas~. — Dije, sin destaparme los ojos. Percibí su risa, aunque no sabía identificar si era un chico o una chica. Cuando intenté quitar mis manos de mis ojos, me detuvo poniendo su suave mano sobre la mía.

— Tonta~ — Susurró casi imperceptiblemente, y sentí cómo sus labios se posaban encima de los míos, de la forma más suave y dulce que nunca jamás llegué a sentir en mi vida.

Al notar que le correspondí, siguió besándome. Me sentí realmente feliz.

 Me sentí realmente feliz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Yoohyeon:

Mi mañana no había transcurrido como de costumbre.

Primero porque no pude dormir, segundo porque tampoco cumplí con los metros en la pista de atletismo como todas las mañana.

Todo eso gracias a no parar de pensar que a Siyeon Unnie se le ocurrió presentarse en la puerta de mi dormitorio a las diez de la noche arrastrándome hasta uno de los pequeños cuartos de limpieza.

¿Por qué demonios salí de mi dormitorio a las diez de la noche?

Esa es una pregunta que no paro de hacerme desde que ví a Siyeon Unnie alejarse por el pasillo frente a mi habitación y luego de cerrar la puerta con mucho cuidado para no hacer ruido y despertar a Chaeah. La verdad no sabía cómo afrontar un interrogatorio de Im Chaeah en este preciso momento.

Necesitaba agotamiento en extremo para poder dormir así que, muchos abdominales y flexiones fueron mi método de desahogo. El resto de la madrugada pasó muy rápido entre tantos ejercicios. Cuando sentí que mi cuerpo ya no soportaba ningún ejercicio más entré a la ducha.

Con el agua recorriendo mi cuerpo podía sentir las manos de Siyeon Unnie reemplazar las gotas de agua, incluso podía hasta escuchar su maldito "Yoohyeon-ah", solo recordarlo me encendía otra vez pero al cerrar los ojos para concentrarme, la dulce sonrisa de JiU Unnie abarcó todos mis pensamientos.

UnnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora