Libre a tu lado

ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 2

Me desperté con una cachetada, seguía en ese consultorio médico, no sé quién fue el que me golpeó por que ahora habían varios científicos en la sala, pero igual ¿Que podía hacer?¿Enojarme? En mi posición no tenía derecho, los investigadores hablaban entre ellos, susurraban y me miraban de manera extraña, ahora estaba esposada a la silla, y los profesionales me rodeaban, uno se acercó y me empezó a examinar, abrió mi boca y miró con una linterna en mi garganta, procedió a examinar cada parte de mi rostro, pero manteniendo una expresión neutral, una de las doctoras sacó una navaja y rasgó mi ropa, me desvistió totalmente, a excepción de mi ropa interior, me miró atentamente, absolutamente nadie me explicó que pasaba, nadie me pidió permiso, nadie me dijo nada, pero todos observan.
La misma investigadora de antes, exclamó
-El permiso será concedido, hay que prepararnos para esto-
Todas las personas se fueron, me quedé a solas de nuevo, pero me pregunto ¿Alguna vez estuve acompañada? Justo cuando me empezaba a dar frío, entró por la puerta la misma mujer
-Hola, ■■■■■, debes tener frío, te traje ropa, me presento, soy la investigadora Brown-
Con ayuda de una llave me quitó las esposas, honestamente quería golpearla, pero no podía, ella continuó hablando
-Póntela porfavor... te darás cuenta que este no es uniforme normal de clase D, te voy a pedir que no te alteres, lo que sucede es que, el 049, el médico de la peste, sabes quien es, vas a dormir con él solo por hoy... sé que estás asustada, pero no te va a hacer daño...-
Me lo dijo con un tono casi maternal, así que por más que quisiera no podía molestarme con ella
-No se preocupe investigadora, gracias por avisarme- ya me había puesto la ropa, era una camisa bastante grande, gruesa y manga larga y unos pantalones iguales, pero también unos guantes.
-Te voy a explicar lo que pasa, el 049 puede matar a las personas con el contacto físico, así que te pido que lo evites, ¿El no ha tenido contacto físico contigo directamente? Quiero decir piel a piel- continuó con ese tono amable y cálido
-No, no me ha tocado directamente-
-Eso es bueno, también quería disculparme por lo que pasó antes, el médico no debió haber recurrido a la agresión para despertarte y yo no tenía otra opción más de la que hize, la próxima vez seremos más cuidadosos-
-No pasó nada, entiendo- le respondí
-Okey, ahora serás puesta en la celda de contención de el 049- suspiró
-¿Ese cuarto obscuro otra vez?¿Por que yo?- me asusté
-No, va a ser otro lugar, para que el y tú puedan pasar la noche, y eres tú por que el dice que quiere pasar tiempo contigo, en los últimos años se ha comportado bien y no hay probabilidad de un incidente- dijo confiada, pero con el mismo tono amigable
-Ahora nos vamos a ir- agregó
Me tomó de la mano y la seguí, había un par de guardias en la puerta, pero esta vez no me esposaron, las cosas se tornaban cada vez más extrañas, llegamos a un lugar distinto, pero en la puerta estaba "049" los soldados abrieron la puerta y como de costumbre me empujaron adentro, vi la habitación y me sentí alegre, estaba muy bien iluminada, pero no había rastro de él doctor, me di cuenta y si había otra persona, era el hombre al que el doctor estaba operado, el mismo que dijo que me parecía a su hija, el estaba parado, sinceramente me emocioné,
-Señor, señor, ¿Está bien?- dije gritando, pero no hubo respuesta
-Señor, ¿El doctor lo logró?- dije con duda, no hubo respuesta nuevamente, decidí acercarme, al hacerlo noté su mirada muerta y perdida,
-¿Señor?- le toqué el hombro, pero tampoco hubo respuesta, lo observé por otro par de minutos, pero continuaba sin reacción, hasta que otra vez la puerta se abrió, era el doctor esta vez, se notaba algo molesto, pero la ver la habitación se apaciguó
-Veo que mis peticiones han sido tomadas, se los agradezco mucho- miró hacia una de las esquinas de la habitación, donde había una cámara,
-Buenas noches, veo que tengo el gusto de verla nuevamente- me miró
-S...si, es un gusto- me cuestioné a mí misma si lo que dije era verdad o mentira,
-Aprecio que ya viste al paciente- se acercó a nosotros, yo ante esto solo asentí con la cabeza
-Lamento decepcionarla, mi luna, pero sigo sin poder encontrar la cura perfecta, sin embargo estoy seguro que ahora estoy más cerca que nunca de encontrarla-
Se acercó al paciente y continuó hablando -He conseguido que permanezca con su humanidad después de todo-
-Doctor, ¿A qué se refiere con humanidad?-
-Su persona, míralo de frente y acerca tu rostro, ¿El dijo que te asemejas a un ser querido, verdad?- me pidió, yo lo hize guiada por la curiosidad, en el momento, el hombre tomó su cadena como lo hizo cuando aún estaba vivo y balbuceó
-Mi hija-
Y con movimientos torpes me puso la cadena en el cuello, desde ese momento jamás en la vida me la quité
-Esto es lo más cercano a una persona sana, después de ti- exclamó
Honestamente no sabía que pensar, el hombre no estaba vivo en absoluto, pero tampoco estaba muerto.
Inesperadamente por la puerta apareció un soldado, el cual disparó a el hombre, la bala me rozó el cabello, y el hombre cayó al suelo, pero se volvió a levantar, y se dirigió a el soldado agresivamente, casi en la puerta fue inmovilizado por otra bala, el soldado lo arrastró hacia afuera y cerró la puerta.
El doctor siguió actuando como si fuera normal, me tomó de la mano que estaba cubierta por el guante,
-Mi luna, gracias por ayudarme, sin ti no hubiera podido avanzar tanto- dijo con un tono algo emocionado
- ... - no sabía que decir y no dije nada, solo le sonreí y puse mi mano en su hombro, el al parecer lo tomó como una invitación y me tomó de la cintura, mi corazón se aceleró mucho, primero por lo que la especialista me había dicho, y por que a pesar de todo... me sentía atraída por él.
Mientras aún me tocaba, luchaba contra mis emociones, cada pedazo de mi ser, quería que el lo toque,
-¿En que estás pensando?- le pregunté
-En ti- me respondió y acercó más mi cuerpo al suyo.