Fuego...si tuviera que describir lo que sentí cuando el moreno acarició mi oreja y mejilla, lo describiría de esa forma, con una sola palabra, fuego. Había despertado a penas unos minutos antes que él, lo que me dio oportunidad de observar sus bonitas facciones, sus pestañas, sus labios, su nariz y sus pómulos.
Había despertado abrazándolo, supongo que fue porque dormí así con Min, igual no dejé de abrazarlo porque me gustaba hacerlo y en el momento fue algo demasiado lindo e íntimo, su pecho subía y bajaba de manera tranquila, a veces se escuchaba un pequeño silbido que salía de su nariz gracias a que una de sus fosas nasales estaba inflamada; yo lo sabía porque él me lo había contado un día que hablamos sobre cosas vergonzosas de nosotros.
Cuando sentí que él comenzó a moverse, supe que estaba por despertar así que me hice el dormido, con el tiempo me había acostumbrado a su intensa mirada y ahora ya no me daba risa como antes, así que pude mantener mi pequeña mentira en pie. Tal como pensé en pocos segundos sentí su intensa mirada sobre mi y tuve que tener toda la calma del mundo para no saltar en cuanto sus dedos tocaron mi piel y, después, tuve que tener toda la fuerza de voluntad del mundo cuando tocó mi oreja para no moverme o reír debido a que ese es uno de los puntos más sensibles de mi cuerpo, el plan había funcionado.
Luego fue cuando nos besamos, aquello fue algo que se sintió realmente bien, en el momento muchas emociones pasaron a través de mi cuerpo, desde la punta del dedo de mi pie hasta la última hebra de cabello en mi cabeza, ni si quiera tengo palabras para explicarlo; cuando estuvimos en el museo, nos tomamos de las manos y de vez en cuando nos dábamos un par de besitos cortos, definitivamente esta vez nos sentimos de manera diferente, todo fue de manera diferente, esta vez habíamos dado un gran paso.
Después de recorrer todo el museo fuimos a cenar, comenzaba a oscurecer, llegó un punto donde en medio de la cena comencé a escuchar al moreno como si estuviese lejos, fue entonces que supe que pronto iba a despertar.
-Oye, disculpa que te interrumpa, creo que estoy por despertar, espero verte de nuevo pronto.-
El asintió y ambos nos despedimos con la mano; antes de que despertara pude escuchar claramente lo último que dijo, justo con eso me quedé cuando desperté abruptamente porque Minseok estaba moviéndome, yo le miré inmediatamente a los ojos y me levanté casi de un solo movimiento, Min se hizo un poco hacia atrás impresionado y un poco asustado ante lo brusco que repentinamente había sido.
-¿Estás bien?-
Preguntó mientras me miraba con curiosidad y se acercaba hacia mi para tomarme de los hombros, yo seguía como en un estado de shock, hasta que el timbre hizo que volviera a la realidad.
-Oye, perdón si estabas soñando con tu chico moreno, es que Leo me llamó para avisarme que venía en camino por la tarta, por eso te desperté.-
-Kim JongIn.-
-¿Qué dices? KyungSoo soy Kim Minseok no Kim...oh espera...-
-Si...-
Min llevó sus manos a su boca porque no podía creer que por fin, después de tanto tiempo, al fin pude conocer el nombre de mi alma gemela.
-¿Cómo fue? ¿Cómo te lo dijo?-
-Espera...deja le entrego la tarta a Leo y te cuento que sucedió, ¿A caso Kim JongIn no es un nombre bonito? Creo que le queda perfecto.-
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Vidas cruzadas.
RandomLa vida tiene formas muy extrañas de mostrarte a las personas correctas; tan extrañas que no siempre tiene una explicación creíble. Esta es la historia de cómo sin conocernos, ya sabíamos que existíamos.