ᵘᶰ ᵐᵉˢ ᵈᵉˢᵖᵘᵉˢ
El sonido de las olas hacía que el sueño me golpeara cada vez un poco más, sonreí por lo bien que se sentía dormir con las olas de fondo, lo único malo aunque no tan malo realmente, era la fría brisa que entraba por la ventana en aquella noche, así que tomé mi cobija*, me envolví en ella y finalmente pude sentir el ambiente perfecto para dormir plácidamente.
Un momento...¿Olas?
Abrí los ojos de golpe encontrándome con un techo que no era mi techo, miré a mi alrededor ciertamente algo asustado dándome cuenta de que aquella no era mi habitación, por último miré la cobija y la cama en la que estaba ¡Esa no era mi cama, ni mucho menos mi cobija! Me levanté rápidamente observando mi cuerpo suspirando en alivio cuando por lo menos, la pijama que llevaba puesta si era la mía.
Busqué la ventana por donde podía sentir la corriente de aire entrar, corrí la cortina y observé el lugar; el mar se encontraba no tan cerca como para poder verlo pero lo suficientemente cerca como para escuchar el oleaje, no reconocí la calle ni las casas de al rededor, aunque el patio de la casa era muy bonito.
-Tranquilo JongIn, seguramente es solo un sueño...-
Murmuré cerrando la ventana y corriendo de nuevo la cortina para que cubriera esta, busqué el interruptor de la luz en la habitación, cuando lo encontré encendí esta y fue entonces que pude observar de mejor manera aquella habitación, era muy bonita con decoraciones preciosas, ¿A caso mi cerebro era capaz de crear un escenario así? Bueno, suponía qué si.
Estaba por apagar la luz y volver a la cama cuando una fotografía en el tocador* llamó mi atención, me acerqué a pasos lentos hasta ella solo para comprobar que era quien yo creía. Cuando estuve frente a la fotografía llevé mis manos a la boca sin poder creer de quien se trataba.
-Es el chico con el que soñé hace una semana...-
Murmuré tomándome un tiempo para analizar la situación y digerir el hecho de que muy probablemente me encontraba en su casa ¿Eso cómo era posible? ¿Mi cerebro podía hacer esto? Probablemente era una mala jugada por el cansancio del día, seguro había sido por la carga de trabajo, si, eso debía ser.
Observé los cajones por un momento y luego observé el closet. Bien, si yo abría esos cajones junto con ese closet y había cosas mías entonces comprobaría que era solo mi cerebro jugandome una broma, pero, si por el contrario había cosas que no fuesen mías esto se volvería muy extraño.
Solté un fuerte suspiro, me armé de valor y finalmente abrí el primer cajón de arriba, mordí mi labio soltando el aire que no sabía que estaba conteniendo.
-Bueno...esto también lo tengo en casa, todos tenemos cosas para la limpieza del rostro.-
Cerré el cajón y me debatí entre abrir el siguiente o mejor abrir el closet, las manos me estaban sudando y el corazón se me había acelerado demasiado. Bien iría por el closet.
Caminé a pasos lentos hasta este, con un pequeño temblor en mis manos y un par de gotas de sudor en mi frente abrí la primera puerta, contuve la respiración un momento mientras pasaba las prendas de un lado al otro por el tubo, terminé cayendo al suelo soltando aquel aire que estaba conteniendo.
-Mierda...-
Esa no era mi ropa, nada de lo que había ahí era mío.
-Es solo un sueño...JongIn es solo un sueño.-
Dije para después cerrar los ojos, cuando volví a abrirlos todavía me encontraba tirado frente a aquel closet. Volví a cerrar los ojos comenzando a sentirme un poco desesperado, al volver a abrirlos aún seguía en el mismo lugar.
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Vidas cruzadas.
RandomLa vida tiene formas muy extrañas de mostrarte a las personas correctas; tan extrañas que no siempre tiene una explicación creíble. Esta es la historia de cómo sin conocernos, ya sabíamos que existíamos.