Leo le había pedido a Minseok que no le dijera nada a KyungSoo, sin embargo él apeló porque sino le decía nada se sentiría un pésimo amigo, especialmente porque estuvo con Kyung en sus momentos felices y tristes respecto al tema del moreno, ¿Cómo no iba a decirle qué el chico por el cuál había llorado y al cuál había añorado era amigo de Leo? Simplemente eso no era posible, no estaría siendo el mejor amigo de Kyung, también le parecía injusto que sólo JongIn supiera, así que se negó rotundamente explicándole a su novio el porqué estaba en contra. Leo entendió una vez se puso en su lugar, incluso el mismo en cuanto lo supo quiso tomar su celular y llamar a JongIn, así que le dijo a Min que lo olvidara y le contara; él pasó a dejarlo a la casa de KyungSoo, porque era viernes y ellos siempre hacían viernes de películas.
-¿Seguro qué no te molesta que me quede con Kyung?-
Leo levantó levemente una de sus cejas y negó.
-Ustedes hacen viernes de películas todos los viernes, yo soy un simple mortal en tu vida y no soy quién para enojarme por eso, me parece lindo.-
-Bueno, entonces te veo mañana en la tarde o tal vez hasta el domingo, porque cuando le cuente a Kyung tendré que estar ahí para él, adiós~.-
Leo soltó un par de risitas porque mientras Min decía eso ya estaba prácticamente dentro de la casa de Kyung, amaba la amistad de ellos dos, él asintió y se despidió con la mano, luego se fue a su casa.
Minseok tocó el timbre, un toque y pausa, dos toques y pausa, un toque más y pausa; en menos de un minuto KyungSoo abrió la puerta y lo recibió entre sus brazos, si, esa era la clave entre ellos.
-¡Min! Creí que no vendrías.-
Ambos entraron en la casa, Min cerró la puerta y tomó asiento a un lado de Kyung en el sillón.
-No me perdería ningún viernes de películas contigo.-
-Que bueno, porque ya tenía las palomitas hechas y las papas como te gustan.-
-¿Con queso amarillo y un toque de sal?-
-Si, precisamente así, aunque no sabía si venías, yo igual las preparé.-
Ambos sonrieron mientras iban a la cocina en busca de las palomitas y papas para llevar todo hacia la mesita que estaba en el centro de la sala de KyungSoo, Minseok respiró profundo pensando en el momento correcto para decirle, aunque la verdad no necesitó demasiado para pensarlo porque las ansias de contarle a su mejor amigo le consumían desde que se enteró.
-KyungSoo, ¿Sabes de qué me enteré esta tarde?-
-¿Qué Leo está loco por ti?-
-No bueno, eso ya se sabía, me refiero a otra cosa, estoy seguro de que ni siquiera te lo imaginas.-
-Mierda Min, si es algo que no me imagino ¿No deberías decírmelo? Aunque lo intente no voy a adivinar, no es como si hubieses encontrado a JongIn o algo así.-
Dijo KyungSoo con un cierto tono de ironía entre risitas, Min no se rió por lo que Kyung volteó a verlo ahora siendo más curiosidad que persona.
-Minseok, no has encontrado al moreno ¿Cierto?-
KyungSoo mentiría si dijera que no estaba algo emocionado, su corazón comenzó a acelerarse y su respiración se entrecortaba, el hecho de que Minseok no le dijera nada y estuviese ahí mordiendo su labio inferior le hacían creer que había dado en el clavo y estaba sumamente curioso e interesado en saber cómo su mejor amigo había encontrado al moreno.
-Mira, todo fue muy extraño, Leo le envío la foto que tomamos en la cafetería a su primo Ravi para que la viera y se la mostrara a sus amigos, a los que fue a ver a Seúl, ahí, supongo que JongIn te reconoció y...bueno, Leo ya sabía porque yo le había contado de tus sueños, pero no sabía el nombre de JongIn hasta hace rato que se me salió decirle, luego fue lo de la foto y recibió una llamada, era el moreno, preguntó si eras tú, Leo se lo confirmó y ya no supe más.-
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Vidas cruzadas.
RandomLa vida tiene formas muy extrañas de mostrarte a las personas correctas; tan extrañas que no siempre tiene una explicación creíble. Esta es la historia de cómo sin conocernos, ya sabíamos que existíamos.