Golpe final

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Los Mugiwara que habían aparecido, junto a Law, comenzaron a luchar con mucha facilidad en contra de los soldados enemigos. Zoro, por su parte, fue corriendo a cortar las cuerdas que ataban a Hiyori, mientras la bajaba cogiéndola en sus brazos.

- ¿¿Estás bien?? - le preguntó angustiado Zoro.

- Estaba tan asustada... - respondió Hiyori hundiendo su cara en el pecho del espadachín.

- Ese bastardo... - musitó Zoro mirando hacia donde estaba Kojuro. Acto seguido se volvió hacia el cocinero: - Que nadie le haga daño! Vuelvo en seguida!

- HIYORI CHWAAAAAAAAAAN - exclamó Sanji entre corazones - ayudaré a toda dama que esté en apuros!! ¿Hiyori chwan? ¿Estás... Llorando?

- Oh, Sangoro, no es nada - dijo entre sollozos.

- Tranquila, a ese pelo de alga no le va a pasar nada - la consoló sonriente - es muy fuerte, Kojuro no es rival para él.

- Lo sé - continuó la peliazul - es sólo que... Antes... Él estaba esposado, yo atada, ambos a punto de morir... Le dije que le quería y ni siquiera en un momento así consiguió contestarme - Hiyori empezó a llorar desconsoladamente - igual es una tontería, pero si no es capaz de decírmelo en un momento así ¿Cuándo...? ¿Y si en realidad sólo está ilusionado por los buenos momentos que pasamos en el pasado y no significo nada más? ¿Y si en realidad no soy lo suficientemente buena para él?

- Ese maldito imbécil no tiene remedio - musitó Sanji. - Hiyori-chwan, no te preocupes por eso, eres una mujer absolutamente perfecta.

- Gracias por consolarme, Sangoro-san - finalizó la princesa con una sonrisa.

Mientras Zoro corría hacia Kojuro echó la vista atrás para observar el transcurso de la batalla. Sus compañeros de tripulación les estaban dando una verdadera paliza a los soldados contrarios. De repente observó atentamente y vio a Hiyori y al cocinero abrazados y muy acaramelados.

"Vaya... Esto... Supongo que ese cocinero acaba resultando mucho más interesante que yo", pensó.

- Cazador de piratas Zoro, estás aquí - apareció un sonriente Kojuro - parece que vas a terminar siendo un perdedor, de una manera u otra - musitó mientras miraba la misma escena que el espadachín.

- Eres un imbécil. Nitoryu!! DAI SHINKAN!!

- Aaaahhhh!!! - gritó Kojuro por el corte que acababa de recibir.

- ¿¿Qué demonios pretendías con todo esto, bastardo???? ¡¡La gente jamás vería como Shogun legítimo a una rata como tú!!

- Puede que no - sonrió Kojuro - pero algunos sí lo harían. Y al casarme con ella era una forma de asegurarme una posición ventajosa en la familia para ir moviendo cabos. Aún hay mucha gente leal al anterior shogun Orochi, ¿sabes? Gente dispuesta a apoyarme a mí con tal de sacar a los Kozuki del poder.

- Orochi era un tirano!

- Sí, lo era. Pero un tirano corrupto. Y siempre se puede sacar provecho de los tiranos corruptos - continuó Kojuro. - Una pena que hayas desbaratado mi plan, hubo algunos de mis subordinados que no estuvieron de acuerdo con mi forma de actuar y decidieron que sería más rápido matar a Hiyori directamente, de ahí el hombre que apareció sorpresivamente en la cena. Lástima, si lo hubiera apoyado igual esa zorra ya estaría muerta. Una verdadera lástima, cazador de piratas Zoro.

- No necesito escuchar nada más. SANTORYU, GAZAMI DORI!!!!

Tras un fuerte golpe de Zoro, Kojuro fue despedido hacia una esquina, completamente vencido.

- Y ya no soy Zoro, el cazador de piratas - musitó Zoro con gran enfado. - Ahora soy el Rey del Infierno!

Volvió a acercarse a dónde estaban sus compañeros. Los soldados enemigos, a pesar de ser muy superiores en número, estaban enteramente derrotados.

Destinos cruzados (ZoroxHiyori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora