Pain

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No supo cuando, ni cómo había llegado a esa situación...a quien engañaba, claro que lo sabía, después de todo, hace 2 años que todas sus acciones, eran para la complacencia de su amado rubio.

Lo había conocido en un bar, había llegado allí después de pelear con sus padres, descubrir a su mejor amigo diciendo mierda de él, ah y también recibir en silencio las palabras de desprecio de su hermano mayor. Claramente no tenía un ambiente familiar que el agradará, o del que se sintiera orgulloso. Ese día simplemente había ido por sus últimas cosas, pues sus padres le habían corrido de la casa en la que creció, cuando tenía 17 años, cuando descubrieron que era gay. El rechazo de sus progenitores le había dolido como el carajo, a pesar de haberlo esperado.

Allí en el bar, cuando lo vio, sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, el cabello rubio castaño y corto, esos ojos azules penetrantes, barba que le hacía ver atractivo y en ese traje. Recordaba que ese día, el hombre llevaba un traje azul, una camisa negra, sin corbata y los primeros tres botones sin abrochar, además del gilet que combinaba con el saco y pantalones. Aquella noche, habían tenido sexo, ambos esperaban que fuese algo de una noche, pero después de intercambiar números, sus encuentros eran recurrentes, con frecuencia se encontraban, en habitaciones de hotel o en el departamento de alguno, y aunque el pelinegro tenía claro que era solo sexo, se había enamorado de él, sin quererlo o esperarlo, había sucedido, y no había forma de volver atrás, había comenzado a culparse de su sufrimiento y a decaer poco a poco en ánimo, por lo que se sorprendió como nunca cuando el más alto le correspondió, luego de eso habían compartido momentos hermosos, que llenaban el corazón del azabache de alegría.

Por eso no lograba comprender, ¿en qué momento todo se había vuelto tan tóxico?, ¿en qué momento se dejó dominar y mangonear por aquel hombre?

Sentía las lágrimas caer por sus mejillas, pero a ninguno de los 4 hombres que estaban con él en la habitación les importó un bledo.

Sentía dolor en su entrada, se estaba ahogando con la brusquedad con la que trataban su garganta, y su mano izquierda comenzaba a entumecerse. Nuevamente, ¿cómo llegó a eso?

Tenía a un hombre frente suyo, follándole la garganta hasta el fondo, metiendo su miembro sin piedad hasta ahogarlo, había otro a su izquierda, quien le obligaba a hacerle una paja con la mano, y eso, mezclado con el hecho de que había un hombre más, debajo suyo, el otro detrás, ambos penetrando sin cuidado su ano. Tuvo suerte en que al menos utilizaran lubricante.

Se sentía destrozado, en todos los ámbitos. El pecho le dolía, no sabía si por decepción o falta de aire en sus pulmones.

Aquella orgía le estaba haciendo odiarse a sí mismo, pues había aceptado, solo para mantener contento a su "pareja". Pero no podía evitar sentirse miserable, al haber sido el mismo rubio quien había "gestionado" aquel encuentro sexual, pero no era parte de él, dejando a su "querido pelinegro" ser follado por desconocidos, mientras él estaba quien sabe donde.

Oh espera, nosotros sabemos dónde ¿no?...Adivinaron. Si, se está cogiendo a una morena en su habitación, dos pisos más arriba. Aunque Loki...eso no lo sabía.

Se sentía humillado y usado, y aquel sentimiento iba empeorando ante las palabras de cada uno dirigidas a él.

"Eso es pequeña puta, chupa y más te vale tragar todo lo que salga", "Ah, eres bastante estrecho minino", "Joder, que buen culo", "Mierda, que bueno estás"

Y así seguían, a medida que le nalgueaban, abofeteaban e incluso escupían. Se repudió a si mismo, quería salir de allí, pero si lo hacía, Thor se enojaría y se iría. No, no podía perderlo a él también, era lo único que tenía, y haría lo que fuese por hacer lo que con sus padres no pudo. Complacerlo.

One-Shots -Thorki-Where stories live. Discover now