Pov, s Kimberly.- Horas después (5:00 p.m.)
Mis tenis sonaron por todo el suelo del hospital, después de salir de la reunión había regresado a casa a cambiarme, llevaba un pantalón de mezclilla, una blusa verde y mi cabello estaba en un chongo alto, al llegar a la sala de espera mis tíos y madre levantaron la vista, al verme se pusieron de pie aliviados.
-¡Eres una maldita inconsciente! -gritó mamá
-Lo siento -agaché la cabeza
-No vuelvas a hacer eso, Kimberly Gerrer -siguió tía Diana- ¡estuviste 14 horas desaparecida!, no contestabas tu celular
-¿En donde estabas? -preguntó tía Zoey
-Necesitaba despejarme, no contesté el celular porque me quedé sin pila, lo lamento -suspiré
-Tu padre no deja de preguntar por ti -mencionó tío Aleijh
-¿Ya despertó? -me emocioné
-Desde las 9:00 a.m., ya lo pasaron a cuarto y quiere verte -informó tía Alessia
-¿Puedo ir ahora? -me interesé
-Ve, es en el cuarto 02 plus, área de tu tía Alessia -avisó mamá
Apresurada me alejé de ellos, entré en el elevador y seleccioné el piso 12, cinco minutos después estaba frente al cuarto indicado, toqué la puerta hasta que escuché el "pase", entré lentamente, cerré la puerta tras de mi y cuando mis ojos se conectaron con los cafés de mi padre empecé a llorar, corrí hacia su lado y lo abracé con cuidado, el me regresó el abrazo como pudo, era un mar de lágrimas.
-Lo siento, lo siento tanto -sollocé- perdóname, papi
-Kim princesa -empezó a hablar
-Lo lamento muchísimo, tu no tenías por que recibir eso, joder, me siento tan culpable -seguí- soy una pésima hija y...
-Kimberly, no digas eso -acarició mi mejilla- tu no tienes la culpa de nada
-Si la tengo y más de lo que tú crees -murmuré- ¿por qué lo hiciste?, papá, esa bala iba para mí, no tenías por qué meterte
-Eres mi hija, Kim, ¿en verdad crees que me iba a quedar parado mientras te intentaban disparar?
-No tenías por qué hacer eso -suspiré
-Te amo como no tienes una idea, Kimberly Anelly Gerrer Courrier, y eres mi adoración, no me molesta dar la vida por ti si eso significa que estarás a salvo -se sinceró
-Te amo, papa y no tienes idea lo agradecida que estoy de tener un padre tan asombroso, amo que tu seas mi papá
-Ya, princesa, deja de decir esas cosas o me vas a hacer llorar -sonrió- ahora, ¿a dónde fuiste y por qué no viniste antes?
-No podía con la culpa, todo estaba pesando demasiado, necesitaba estar sola, creo que tuve un ataque de pánico de nuevo -solté- fue justo afuera del hospital
-¿De nuevo?, creí que después del que te dio a los 16 años ya no tendrías otro, ¿te sientes bien?
-El que está en una camilla de hospital no soy yo, Enaij -reí
-¿Y qué?, Kimberly -me miró- y no me digas Enaij, sabes que lo odio
-Lo sé, papá -dije- ¿puedo quedarme a cuidarte?
-Mañana tienes clases y presentas, princesa -recordó- no puedes faltar
-Tu eres más importante -seguí con sinceridad
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Pecado adictivo☑️☑️
RomanceLibro VII de la saga pecado Ser el primera bebé de toda una gran familia no es nada sencillo y menos si eres chica, ser la hija mayor o la "princesa" de Enaij Gerrer no es absolutamente nada fácil!, pero ser hija de Darían Courrier es peor que estar...